Argentina está en plena negociación de la deuda externa con los bonistas. Desde el inicio de la misma, el Fondo Monetario Internacional viene apoyando la postura de nuestro país y ejerciendo presión para que las partes lleguen a un acuerdo. En la jornada de este jueves, el vocero del FMI, Gerry Rice, acotó: “Celebro la voluntad de seguir dialogando para llegar a un consenso”.
El Intransigente informó que Rice se negó a “especular sobre las conversaciones entre la Argentina y sus acreedores”. Sin embargo, expresó que su entidad espera que “se pueda alcanzar un acuerdo que permita encarrilar la deuda de forma sostenible”. También aguarda que lo consensuado con los tenedores de bonos “allane el camino para un crecimiento fuerte e inclusivo de la economía“.
Por otra parte, el vocero destacó que existe “un diálogo activo y constructivo” entre el FMI y las autoridades nacionales. “Tratamos de brindar el mayor apoyo posible, pero no hemos iniciado conversaciones sobre un nuevo programa de apoyo del Fondo”, aclaró. “Buscamos apoyar a la Argentina y al pueblo argentino tanto como podamos. Pero en esta etapa, quiero ser claro, no hemos comenzado las discusiones”, añadió.
Lo expuesto por Rice se acoplan con las que formuló ayer la directora del organismo, Kristalina Georgieva, con respecto al canje del endeudamiento argentino. “Nadie se puede beneficiar cuando un país cae por el precipicio de la deuda”, advirtió la economista búlgara. “El objetivo es reestructurar la deuda de una manera que se pueda pagar”, consideró. La dirigente ofreció estas declaraciones en un encuentro organizado por el periódico The Washington Post.
Deuda externa
El Ministerio de Economía de la Nación oficializó el martes la prórroga del periodo de negociación con los acreedores. La nueva fecha límite es el viernes 12 de junio. A principios de esta semana, el titular del Palacio de Hacienda, Martín Guzmán, aseguró que el Gobierno está “trabajando en las enmiendas finales de la oferta”. Sin embargo, aclaró que el margen de modificación es escaso, visión que comparte el propio FMI.