El pasado lunes, el gobierno sorprendió al anunciar la intervención por 60 días de la empresa Vicentin. A su vez, confirmó que enviará un proyecto para su expropiación. En este contexto, el presidente recibió este jueves a Sergio Nardelli, CEO de la compañía. Luego de ese encuentro, se aclaró que Fernández está dispuesto a escuchar alternativas. Las reuniones continuarán este viernes.
NA informó que con la decisión de intervenir la empresa ya ejecutada, ahora se busca cómo encontrar una salida que permita evitar la expropiación, fuertemente resistida por la comunidad de productores santafesinos y el sector empresarial en general. El mayor obstáculo es el enorme endeudamiento que tiene la compañía Vicentin, que ronda los US$ 1.350 millones, en buena parte con el Banco Nación.
“Vengo a hablar con Alberto Fernández. Voy a conversar con él. Creo que la salida de la empresa debe venir del sector privado”, dijo Nardelli en un breve contacto con la prensa antes de ingresar a la reunión en Olivos. Luego del encuentro, el gobernador Perotti sostuvo que el presidente está “dispuesto a escuchar alternativas superadoras” respecto de la compañía Vicentin y anticipó que este viernes se llevarán a cabo nuevas reuniones.
“Hay una decisión del presidente de tener un diálogo abierto y de rescatar a la empresa. Lo que quiere es que la firma crezca”, insistió Perotti. Destacó la actitud de Fernández porque “cualquier otro podría haber dejado que la compañía siguiera en su situación”. Adelantó, además, que este viernes “los integrantes de Vicentin tendrán una reunión con YPF y el interventor, Gabriel Delgado, para analizar alternativas”.
El rol de los productores en la intervención
Según pudo saber la agencia NA, si bien la intervención está en marcha, la idea es “abrir el juego” con la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA) como uno de los negociadores. Las mismas son acreedoras de Vicentin por 90 millones de dólares y jugarían para dar marcha atrás con la expropiación. Los productores creen que el proyecto no llegaría al Congreso por el desgaste que significa ante la resistencia de las entidades y de la población.