En las últimas semanas, el gobierno de la nación logró que reestructurar más del 90% de la deuda externa con acreedores privados. Sin embargo, todavía le falta arreglar con el Fondo Monetario Internacional. En este contexto, el Ministerio de Economía elevará un proyecto al Congreso para su aprobación y así poder negociar con tranquilidad con el FMI.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, y el representante de la Argentina ante el FMI, Sergio Chodos, precisaron durante la semana en distintos medios el alcance que tendrá el nuevo acuerdo que suscribirá la gestión de Alberto Fernández con el FMI, y cuya negociación comenzará a tomar forma en las próximas semanas, aunque no se espera que pueda ser aprobada antes del primer trimestre de 2021.
Guzmán expresó que “el primer objetivo de Argentina es un programa del FMI que funcione”. Descartó así una pronta vuelta al mercado, expresando que la intención oficial es primero reducir el costo de financiamiento argentino (y por ende el rendimiento de los bonos, que aún está muy alto pese al canje), “a través de la gestión de las variables macroeconómicas”.
Asimismo, la Argentina solicitará un programa que solo consista en el refinanciamiento de la deuda actual de 44.000 millones de dólares, sin desembolsos netos positivos, según lo expresaron Guzmán y el titular del Banco Central, Miguel Angel Pesce, en la carta de intención enviada formalmente a la titular del Fondo, Kristalina Georgieva, la semana pasada, para iniciar el diálogo en busca de alcanzar un acuerdo.
En la carta enviada al FMI, la Argentina precisó que la gestión anterior había cumplido las metas que acordó con el organismo, y sin embargo no se resolvió la crisis de confianza que tenía la Argentina. Por el contrario, la fuga de capitales continuó. El próximo paso será esperar la contestación del staff a la invitación de nuestro país a enviar “una misión para comenzar las conversaciones”, que sería en breve.
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