El padre de las reconocidas modelos Gigi y Bella Hadid, Mohamed Hadid, deberá deshacerse de un gran proyecto inmobiliario. El famoso arquitecto había empezado una obra de casi 3.000 metros cuadrados. Era una megamansión en las colinas de Bel Air. La justicia de Los Ángeles decidió que no podía continuar con el proyecto, ya que ponía en peligro a todo el barrio.
Según El Intransigente, el juez Craig Karlan ordenó la demolición de la estructura que desde hace un año el afamado arquitecto de las estrellas había comenzado. Los vecinos habían denunciado que la mansión conocida como Enterprise (una relación a la enorme nave de Star Trek) no sería una sola unidad, sino tres propiedades en una. Mohamed compró el terreno en 2011 y presentó un proyecto de lujo de 1.300 metros cuadrados.
Tres años después se evidenció que realmente se construirían tres mansiones. No obstante, el promotor del proyecto adujo ante las autoridades que nunca le informaron sobre el incumplimiento de la ley. Cabe destacar que la Enterprise se alza sobre un terreno muy inclinado y en el que las propiedades de dimensiones menores necesitan cimientos más profundos. Nada de esto estaba siendo respetado.
La sorpresa fue que los vecinos demandaron a Mohamed Hadid, ya que la propiedad tenía todo para desestabilizar la ladera. Ahora, de acuerdo a la orden del juez a la que tuvo acceso la prensa local, la supermansión “nunca debió construirse y es claramente insegura y peligrosa para todo el vecindario”. La demolición, además le traerá enormes pérdidas a Hadid, quien deberá abonar 500 mil dólares para comenzar.
Los abogados aseguran que el constructor no cuenta con el dinero, aún cuando hace menos de dos años vendió La Belvedere nada menos que por 56 millones de dólares. Esa otra propiedad es una mansión de siete dormitorios y once baños donde se criaron Bella y Gigi. Pero si no cumple con lo ordenado por las autoridades Mohamed enfrenta hasta tres años de prisión. Cabe destacar que Kanye West también debió prescindir de su último proyecto inmobiliario por no cumplir con los permisos correspondientes.
