El jueves pasado, Taylor Swift estrenó su documental “Miss Americana” en el Festival Sundance. En esta película biográfica, la “artista de la década” cuenta las luchas que vivió en su carrera musical y su vida privada. Entre ellas está el desorden alimenticio al que se enfrentó. Taylor recibía comentarios negativos sobre su cuerpo constantemente y en un punto llegó a afectar su salud.
La prensa opinaba sin filtro sobre su aspecto físico, lo que la llevó a tener problemas con su alimentación. Pasaba días sin comer. Esto afectó severamente su nivel de estamina en sus shows. En una entrevista para el medio Variety, explicó: “Ahora me doy cuenta que si me alimento, tengo energía y me fortalezco, puedo hacer todos estos shows y no sentirme mal”.
“Las mujeres somos apegadas a un estándar ridículo de belleza”, continuó. “Vemos tanto en las redes sociales que nos hace sentir menos o que no somos lo que deberíamos ser, que necesitas un mantra para repetir en tu cabeza cuando empiezas a tener pensamientos hirientes o poco sanos”. Luego explicó que durante ese tiempo ni siquiera se daba cuenta de que algo estaba mal en sus hábitos.
Cuando le preguntaban por su salud la cantante contestaba que estaba bien, hacía ejercicio y se alimentaba. “Respondía: ‘¿De qué estás hablando? Claro que como, y hago mucho ejercicio’ Y hacía mucho ejercicio. Pero no estaba comiendo”, contó. Swift es consciente de que esta problemática afecta a miles de personas en el mundo, principalmente a mujeres.
Por eso decidió hablar sobre esto en el documental, a pesar de que al principio no estaba muy convencida de hacerlo. “No sabía si iba a sentirme cómoda hablando de mi apariencia física y hablar de las cosas por las que pasé en términos de qué tan poco sano fue para mí”, dijo. “No estoy tan informada como debería estar en el tema porque hay mucha gente que podría hablar de esto de una mejor manera. Pero todo lo que conozco es mi propia experiencia”. A partir del 31 de enero, “Miss Americana” se podrá ver en Netflix.