Ayer, en su programa, Pampita confesó que sufre de un trastorno cuando se equivocó al nombrar a un entrevistado. Se trataba del Licenciado Gabriel Rolón pero ella dijo Daniel. Si bien luego vendría otra entrevista con este nombre, la conductora lo leyó mal y explicó a sus fanáticos el verdadero motivo de su error. El profesional no dudó en apoyarla con este problema y le brindó mayor información a Carolina sobre el tema.
“Tengo dislexia. Leo todo al revés y escribo todo al revés. Si vos me dictás algo lo escribo de otra manera, y si me aprendo algo en un orden, digo la última parte en el primer lugar” le explicó Ardohain al profesional luego de presentarlo correctamente. “Pero eso tiene tratamiento. Me imagino que habrás averiguado” le consultó el psicólogo. “Si, hay ejercicios como para ayudar un poco” le respondió Pampita.
“¿Sabés qué pasa, Carolina? Hay algo muy importante que es entender que cada ser humano tiene que vivir con algo a cuestas. Nadie lo tiene todo, ni nadie lo puede todo. Alguno dirá que la dislexia es una enfermedad y hay ejercicios y se puede tratar. Otros dirán: Soy muy celoso o soy inseguro. Lo importante es aceptar qué es lo que tenemos” reflexionó Rolón. “Saber cuál es esa habitación oscura que hay dentro de nuestra casa, dentro de nuestra personalidad” profundió el psicoloanalista.
“Esa habitación en la que uno puede decir: acá puedo fallar y no por justificar nuestros errores, sino para no tratarnos con crueldad y estar atentos. En tu caso, podrías haberte enojado con el que escribió el cartel, pero reconocés, decís: Mala mía y se sigue” cerró. Sin dudarlo la modelo asintió a todo lo que el profesional estaba diciendo. Finalmente, Gabriel cerró su mensaje diciendo que aceptarnos con cada una de nuestras limitaciones es también la forma de poder aceptar a los demás.
Según la Organización Mundial de la Salud, la dislexia es un trastorno específico de la lectura cuyo rasgo principal es una dificultad específica y significativa en el desarrollo de las habilidades para la lectura que no puede explicarse únicamente por la edad mental, problemas de la precisión visual o una escolarización inadecuada. La capacidad para la comprensión lectora, el reconocimiento de palabras escritas, la lectura oral y la realización de tareas escrita, están afectadas. Las dificultades en el deletreo a menudo se mantienen en la adolescencia incluso después de que se haya realizado algún progreso en la lectura y frecuentemente se relacionan con trastornos específicos de la lectura.