Este martes por la mañana, los propietarios de salones de eventos y fiestas pidieron la vuelta de dicha actividad económica en la provincia. Lo curioso de la manifestación es que los mismos dueños sacaron las mesas y sillas a la calle. Según precisaron, desde hace siete meses que se encuentran parados debido a la pandemia y por lo tanto una gran cantidad de familias se ha visto afectada.
Entre los propietarios, autodenominados “eventeros”, se encontraban en la protesta mozos, fotógrafos, locutores, servicio de catering, servicio de limpieza, animadores, DJs y hasta decoradores de interiores. Todos unidos por el mismo reclamo: que los dejen trabajar y dar a conocer los principales problemas que aquejan al sector desde que comenzó la cuarentena a nivel nacional, en marzo pasado.
La palabra de los eventeros
El dueño del Complejo Esmeralda explicó que “estamos pasándola muy mal, por eso le pedimos al Gobernador que nos ayude a abrir los locales con los protocolos exigidos”. Además expresó que, en su caso particular, hay cerca de 15 familias que necesitan recuperar sus trabajos con suma urgencia. Es que desde hace siete meses los salones de eventos no han podido tomar sus actividades económicas respectivas.
Dicho propietario agregó que “tuve que vender algunas cosas que hicimos con el sudor de la frente de toda la familia y hoy en día tenemos que deshacernos para no dejar a ningún empleado afuera. Es por eso que le pedimos al Gobernador y a la ministra que nos dejen trabajar”. El pedido es claro: poder abrir los salones, cumpliendo con todos los protocolos exigidos.
Por otro lado, “Turky” Cárdenes, reconocido disc jockey local estuvo presente en el lugar de la manifestación y se sumó al reclamo. “Dependen pura y exclusivamente de ese trabajo y la están mal. Algunos tuvieron que vender algunas cosas para pasar esta dura situación”, recalcó Cárdenes. Muchos trabajadores enfatizaron que la están pasando muy mal y necesitan ayuda urgente del Gobierno provincial.
