El viernes pasado por la mañana le hicieron el hisopado a un médico por contacto estrecho pero a las 13 horas tomó la guardia del hospital de Saujil, más tarde cuando salió del nosocomio recién hizo la cuarentena. El profesional sería de apellido Mamaní y presta servicio en Pomán y Saujil. Para los vecinos hay una desorganización que complica el funcionamiento del sistema sanitario en plena pandemia.
De acuerdo la información a la que accedió El Aconquija, un médico de apellido Mamaní fue contacto estrecho con un paciente en Pomán y luego viajó a Saujil. El viernes pasado le hacen el hisopado como a las 9 de la mañana pero entró a la guardia del hospital Saujil a las 13 horas. A las 22 horas recién lo retiran para que haga el aislamiento. Esta desinteligencia implica que el personal sanitario y vecinos que intercambiaron con el profesional se vean obligados a guardar cuarentena hasta descartar covid-19.
Asimismo, los saujilistas aseguran que el intendente Lucas Carrazana (Frente de Todos) quedó en conseguir otra ambulancia pero que hasta el momento no hay novedades. De hecho el anuncio se hizo durante una visita del gobernador, Raúl Jalil, quien aseguró que la misma bajaría por medio de la municipalidad. Tampoco terminaron la hostería donde prometieron el futuro hospital para el aislamiento de personas con coronavirus. Las autoridades insisten en que una parte de la sociedad no entiende y desobedece.
En este contexto, no hay médicos ni enfermeras, se llevó una enfermera de Andalgalá pero también está aislada, comentan desde el mismo centro de salud. “Eran 5 médicos, quedaron 3, y 6 enfermeras”, manifiestan los vecinos preocupados por el funcionamiento del sistema sanitario local. Si Mamaní se hacía un hisopado, tendría que haber esperado el resultado y recién ingresar al hospital de Saujil.
La demanda para hisopado es más que importante en Catamarca y mientras tanto se complica el funcionamiento de los centros de salud en la medida que el virus ataca la primera línea de seres humanos abocados a contener la pandemia. Si ya con el personal limitado y cansado por los largos meses combatiendo el virus, le sumamos las torpezas oficiales después no podemos echarle toda la culpa a la sociedad por la explosión de casos.
