Un niño que se encuentra en tratamiento por un posible diagnóstico del espectro autista (TEA) y del lenguaje sufrió un hecho de discriminación en Catamarca. La situación se conoció cuando la mamá denunció públicamente a las autoridades de un establecimiento educativo privado al saber que rechazaron a su hijo. El Ministerio de Educación de la provincia tomó conocimiento de lo sucedido y actuó de oficio.
La madre de la víctima de discriminación en Catamarca contó que la psicopedagoga dijo que hay vacantes para niños que no sean como su hijo. “¿Dónde está la inclusión en todo esto, que clase de persona dice eso? Ella como profesional debería saber que niños con diagnósticos así aprenden, pero a su tiempo y lo que más necesitan es ser incluidos socialmente”, manifestó.
Desde el gabinete educativo que conduce Andrea Centurión se solicitó un informe pormenorizado por esta situación. Por otro lado, las autoridades del colegio privado se comunicaron con la madre del niño de tres años y le presentaron las debidas disculpas del caso. En este marco, la dirección de Educación Especial y la de Educación Privada trabajaron en conjunto para enmendar lo sucedido.
Ambas direcciones se reunieron con la propietaria de la institución escolar para asesorar y acompañar al colegio, en su trabajo como institución privada. La directora de Educación Especial, Ana Laura Romero, dialogó con la mamá que presento la denuncia. “Nos íbamos a juntar para acompañar en el proceso de inclusión en el jardín de infantes”, agregó. Sin embargo, decidió inscribir a su hijo en otro establecimiento.
¿En qué consiste el doble amparo?
Los niños, niñas y adolescentes con discapacidad cuentan con el doble amparo. Por un lado, tienen todos los derechos y garantías consagrados por la Convención de los Derechos del Niño. Al mismo tiempo, están protegidos por la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad. Los hechos de discriminación en Catamarca no suman en nada y por esto las autoridades deben recapacitar y aprender a tratar a las personas.
