Multitudinario homenaje de los niños a la Virgen del Valle

En la jornada de ayer domingo, se llevó adelante un multitudinario y colorido homenaje de los niños a la Virgen del Valle. Una gran cantidad de jóvenes junto con sus padres, docentes, catequistas y amigos asistieron al Paseo de la Fe. El obispo diocesano, Mons. Luis Urbanc, presidió la Santa Misa marcada por la gran presencia de fieles y por signos, símbolos y muchos colores.

Luego de dar la bienvenida a los pequeños que rendían homenaje a la Virgen del Valle, Luis Urbanc saludó a los integrantes de la Pastoral de la Niñez. “Se ocupa de animar la pastoral de la ancianidad, los dos cauces que contienen el devenir de la vida humana en el peregrinar terreno. La temática propuesta para esta jornada ha sido pesar, reflexionar, sentir y actuar como iglesia sinodal”, expresó.

Los pañuelos que llevaron impresos los niños tenían impresas huellas de cada uno, mostrando que forman parte del pueblo de Dios que camina en sinodalidad. Para finalizar la ceremonia, el obispo bendijo los pañuelos, a los niños y a todos los presentes. “Que los niños de hoy sean los jóvenes y adultos sabios que el mañana de la humanidad necesita”, pidió Luis Urbanc a los presentes.

La visita por las cárceles de varones y mujeres

Días atrás, la Virgen del Valle partió desde la Catedral Basílica y visitó las cárceles de varones y mujeres. De esta manera, transitó por la Ruta Nacional N° 38 unos 23 kilómetros que separan la ciudad Capital de la Unidad Penal de Varones, en Capayán. Al llegar fue recibida por el personal del Servicio Penitenciario y colocada en el altar de la capilla, San Maximiliano María Kolbe, de la institución.

Luego recorrió la Unidad Interna del Penal, que incluye diferentes sectores y pabellones. Los internos llevaron sus ofrendas personales en agradecimiento a la Morenita. La Imagen permaneció en la Unidad hasta el viernes cuando partió hacia la Unidad N° 2 Correccional de Mujeres. Allí fue recibida por todas las internas y el personal de guardia quienes mostraron su profunda fe hacia la Madre de Cristo.