Adhemar Bachiani vendió un camión y puso en venta sus autos de alta gama para pagar ayer las deudas a inversores catamarqueños que “amenazaban con hacer quilombo”. Según una conversación a la que accedió El Aconquija, la empresa Adhemar Capital tendría un déficit de 15 millones de dólares y con viento favorable saldría en dos o tres meses, pero eso no lo podría asegurar nadie. La amenaza de judicializar podría terminar con Edgar preso y los inversores sin poder recuperar el dinero, muchos quebrados.
Los defensores del mediático empresario aseguran que hay una campaña en contra montada por el Gobierno provincial. De hecho Edgar manifestó públicamente que quería ser gobernador de Catamarca pero con conceptos políticos muy precarios. A su vez, se lo vio en diferentes oportunidades compartiendo escenario, negocios, posando y hasta bailando con Andrés Jalil, hermano del Primer mandatario catamarqueño, Raúl Jalil.
De manera que quienes “endiosan” al “Pelado” Adhemar Bacchiani discuten abiertamente en las redes con quienes lo “demonizan” y tratan de “estafador serial” con final dramático anunciado. En el medio, quienes no invirtieron en Adhemar Capital, los curiosos y chismosos, siguen la información del excéntrico empresario como una novela colombiana donde se juega no solo mucho dinero sino también el poder puesto que hay nombres reconocidos del mundillo político y empresarial.
Aparte del camión que vendió solo para enterar para pagar ayer las deudas, Edgar estaría buscando compradores para sus autos de alta gama que exhibe en las redes sociales como si no le debiera a nadie. Entretanto las reuniones entre los inversores son efusivas y le apuntan al gobierno jalilista por haberle generado desconfianza a la empresa. Es decir la negación rotunda ante luces amarillas que se encienden advirtiendo indicando que las cosas no están bien. Se suma la mala experiencia de provincias vecinas.
15 millones de dólares pueden entrar o no, es la explicación que dan los operadores de Edgar para generar y no generar esperanza. Una fuente cercana manifestó que si se hubiera querido ir dejando el tendal ya se habría ido, sin embargo nadie sabe qué realmente va a pasar o qué se puede esperar. Los que demonizan al empresario expresan que la estafa era previsible y que se debe también a la avaricia de los inversores. La Justicia bien atrás, como siempre.
