La población libanesa intenta recuperarse del horror vivido este martes, cuando una fuerte explosión azotó la capital, Beirut, dejando decenas de muertos y miles de heridos. Inclusive, el impacto de la misma fue comparada con la bomba atómica arrojada sobre Hiroshima hace 75 años, arrojada en el final de la Segunda Guerra Mundial, en 1945. La explosión habría tenido una magnitud de 3 kilotones, una quinta parte de lo que fue aquel bombardeo en Japón.
Según informó la Cruz Roja libanesa este miércoles, hay al menos 100 víctimas mortales y más de 4.000 heridos, cifras que las autoridades temen que aumenten dada la cantidad de desaparecidos que pueden estar entre los escombros de los edificios colapsados. Este impacto fue a nivel internacional, ya que afirman que las ondas de choque de la explosión se sintieron hasta en la isla de Chipre, a más de 200 kilómetros de distancia.
¿Qué se sabe de las causas de la explosión?
Por el momento, la información es confusa, ya que muchos atribuyen el ataque al conocido grupo Hezbollah, conocido por tener células dispersas en todo el mundo. De hecho, algunas de ellas se encuentran en la Triple Frontera. Por otra parte, el gobierno libanés indicó que probablemente la explosión haya sido un accidente, ya que el acontecimiento sucedió en el puerto de Beirut donde había un cargamento de 2.750 toneladas de nitrato de amonio que llevaba seis años almacenado sin las medidas de seguridad adecuadas.
Líbano, un país en constante crisis
Históricamente, el Líbano ha vivido constantes guerras civiles, desde 1975 hasta 1990. Sumado a que se encuentra en Oriente Medio, una región en la que abundan los conflictos. No es casualidad, que en el país donde afloraron diversas agrupaciones “terroristas”, se asocie una explosión con un ataque intencionado. Y es que muchas miradas apuntaron a sus poco pacíficos vecinos, entre ellos, Israel. El cual tiene antecedentes de tensiones fronterizas con Líbano. Sin embargo, desde el gobierno israelí negaron rotundamente que tuvieran algo que ver.
Las crisis económicas pos guerra civil, sumado al brote epidemiológico mundial y al actual atentado, han fomentado un panorama apocalíptico en el país. Por lo que ahora la población deberá enfrentar su peor momento, profundizada por las divisiones en la sociedad, donde la élite sigue acumulando riquezas en vez de realizar las reformas necesarias para sacar a toda la nación adelante. Más aún en tiempos de pandemia, donde el COVID-19 puso en jaque al sistema sanitario, con lo que se suma la llegada de miles de heridos por la explosión.
