Opinión

“No puede sentarse en el bidet”: Las insólitas excusas para la domiciliaria de Kotler

Así lo determinó Elizabeth Cabanillas.

Que si, que no. Que se hace el enfermo, que está enfermo de verdad. Lo cierto es que los cruces entre la doctora Natalia Páez –abogada defensora de la familia Camaño- y los psiquiatras, más la jueza Elizabeth Cabanillas, por la prisión domiciliaria de Elian Kotler son para alquilar balcones. La Justicia odia que este caso trascienda en la prensa sobre todo en El Aconquija. Los argumentos de los especialistas y la jueza para que Elian no vuelva al penal son insólitos, ahora afirman que el joven no se puede ni sentar en el bidet.

¿“No puede sentarse en el bidet”? ¿Por eso lo sacaron del Penal y le dan el privilegio de la prisión domiciliaria? La jueza y los siquiatras están preocupados porque el condenado no puede usar el bidet. Como si fuera poco, los funcionarios judiciales y los especialistas piden que no se afecte la intimidad del asesino por las burlas que recibe el joven condenado por matar a Pablo Camaño cuando manejaba a alta velocidad, ebrio, una madrugada.

Es evidente la parcialidad de la doctora Cabanillas que jamás llamó a la familia de la víctima y que en todo caso se ocupa de enredar los trámites para terminar favoreciendo al ex interno que ahora se encuentra en su casa cumpliendo la condena. Ya cuando estaba en el sanatorio de la Comunidad era un descontrol y no hacia vida de preso, menos ahora en la casa de sus padres con Wi-Fi, DirecTV, teléfono, aire acondicionado, entre otros lujos.

La Juez de Ejecución Penal N°1 Alicia Elizabeth del Valle Cabanillas parece más abogada defensora de Kotler que funcionaria judicial. De hecho la doctora Páez está pidiendo el apartamiento de Cabanillas. Durante una de las últimas audiencias la doctora Cabanillas mostró una clara persecución o animosidad hacia la psicóloga Isabel González, licenciada propuesta por la familia de la víctima.

Cabanillas está intranquila porque la prensa y la gente hablan de Elian. Tanta obsesión por el condenado no la deja ver el sufrimiento de la familia de la víctima. Incluso se nota las pocas ganas de Elian de cumplir con la condena y resarcir a los damnificados. La jueza está alarmada y sumamente preocupada por la hemorroide del condenado. Tal vez le sobren argumentos jurídicos a Cabanillas pero pocas veces vemos a una funcionaria judicial angustiada porque el condenado no puede sentarse en el bidet.

Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Aconquija.

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