Opinión

Amante por hora

Tener abierto los hipódromos y cerrada la Justicia dice mucho de los catamarqueños.

No podemos habilitar las carreras de caballos, los bares, los eventos populares y cerrar la justicia por el coronavirus en Catamarca. Si habilitamos las fiestas masivas también tendríamos que abrir la actividad judicial. Cientos de personas se movilizan o se encuentran abarrotadas en un mismo lugar mientras decidimos cerrar el Poder Judicial. O habilitamos todo (con protocolo) o cerramos todo. Tener abierto los hipódromos y cerrada la Justicia dice mucho de los catamarqueños.

En otras provincias está abierto casi todo. De manera que esta no es una nota contra las actividades habilitadas, sino para llamar la atención sobre la contradicción de las autoridades que parece que les conviene tener abiertos los hipódromos, los bares, las canchas y cerradas las oficinas donde se tramitan las causas judiciales. Si la justicia es fundamental para la Democracia no se nota. Para nosotros es más importante el recreo que las clases. La joda que la justicia. La apuesta en el juego que la pandemia.

Los vecinos también se sienten incómodos con el COE, no pueden hacer una fiesta de cumpleaños familiar porque la policía llega amenazándolos con meterlos presos porque son posibles focos de propagación del coronavirus en Catamarca pero se desarrollan otras actividades con cientos de personas sin protocolo o con un protocolo que se cumple a medias sin que la fuerza policial advierta -en ese caso más grave- sobre la violación sanitaria.

De repente el Colegio de Abogado se despertó de su sueño profundo y pidió que no se paralice la justicia. La institución y a no tiene prestigio, comprometió y corrompió su criterio. Ideologizada y descaradamente se convirtió en una suerte de sede peronista de donde salieron candidatos y funcionarios del gobierno que administra la provincia desde 2011. “Todos tenemos ideología” pero “somos los suficientes profesionales para mantener el análisis crítico” repiten los seudo intelectuales que no pueden disimular su amor al poder de turno. En realidad, amantes por horas.

Mientras los delincuentes de guantes blancos siguen libres y la corrupción hace estragos, los miembros de la justicia se dan el lujo de parar. A veces, bandidos y jueces parecen cortados con la misma tijera. Asimismo, los efectivos policiales no pueden hacer cumplir la ley sin quedar en ridículo. Un vecino cualquiera podría resistirse y plantear con razón que a las autoridades les falta un tornillo o mínimamente que son incoherentes. Si yo soy propagador del covid-19 por festejar un mini cumpleaños, entonces los políticos son grandes promotores del coronavirus en Catamarca.

Por Juan Carlos Andrada
Especial para El Aconquija

Leave a Reply

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Exit mobile version