Femicidio en Andalgalá: Eliseo Guerrero declaró que fue quien quemo el cuerpo de Eugenia Olivera

Este jueves Eliseo Guerrero fue imputado por el femicidio de su pareja, Eugenia Olivera. Esta semana la tranquilidad de Andalgalá se rompió cuando se conoció la lamentable noticia. Luego de conocerse la acusación en su contra, el implicado relató lo sucedido en la fiscalía durante cuatro horas. Cabe recordar que el caso salió a la luz luego de que una amiga de la víctima publicara su desaparición en las redes sociales y pedir con insistencia por su paradero.

Según informaron fuentes de la Fiscalía de la Segunda Circunscripción Judicial de Andalgalá, el indagatorio de Eliseo Guerrero inició a las 13 y se concluyó a las 17. Durante todo ese tiempo el implicado relató cómo se ubicó en el lugar de los hechos y explicó cómo él fue quien quemó el cuerpo de Eugenia Olivera. Actualmente la causa se encuentra como “homicidio doblemente calificado por la relación de pareja, en concurso ideal, en contexto de violencia de género“.

Frente a sus declaraciones pudo conocerse que, al llegar al lugar, se dio vuelta buscó su mate en la moto y al volverse hacia Eugenia Olivera ella estaba tendida en el suelo. Al verla constató que se había descompensado y notó que no tenía signos vitales, fue allí donde se asustó y tomó la decisión de quemar el cuerpo de su pareja.

Frente a lo dicho, los fiscales y agentes de la Justicia que lo estaban escuchando marcaron esa fracción del relato como la más importante. En esas palabras radica no solo la declaración que lo posiciona en el lugar de los hechos, sino que también constatan que los restos son de Eugenia. Ahora queda esperar que se haga el debido test de ADN en la provincia de Tucumán.

El reclamo de la familia en Andalgalá

En la tarde de ayer, los conocidos de la joven madre de Andalgalá se manifestaron frente a la Comisaría pidiendo justicia. Los presentes denunciaron que el ahora detenido no sería el único responsable del femicidio, ya que familiares del violento habrían aportado para la coartada. Lo llamativo del relato es que hacía más de dos meses que la mujer se habría marchado y no mantuvo comunicación ni siquiera con sus propios hijos.