Con las elecciones nacionales cada vez más cerca, los problemas internos de Juntos por el Cambio se vuelven más evidentes. Esto quedó comprobado durante la pasada visita del ministro del Interior, Rogelio Frigerio, a la provincia de Catamarca, en la cual los dirigentes del oficialismo nacional le hicieron un vacío. La razón, su apoyo al intendente de la capital provincial, candidato peronista.
La cercanía entre Frigerio y Raúl Jalil data del inicio de la gestión de Cambiemos. Si bien siempre se dijo que era una relación institucional, el intendente coqueteaba con Cambiemos, aún cuando pertenecía a la oposición nacional. Esta relación se vio reflejada en las cuentas del municipio. La capital provincial recibió recursos millonarios enviados desde el Ministerio del Interior, lo que despertó el enojo entre los demás intendentes de Catamarca.
Desde el desplome del gobierno macrista y sus encuestas desfavorecedoras, Jalil es mirado con desconfianza por la relación que mantuvo y todavía mantiene con el oficialismo nacional. De hecho, aun hoy sigue recibiendo desembolsos de Nación, algo que quedó al descubierto al filtrarse el dato de los $10 millones enviados sin ninguna asignación especial, sino en concepto de dinero extra para atender el desfinanciamiento financiero del municipio.
Así, queda expuesto que Jalil se encuentra más allá de las ideologías y se inclina por uno u otro espacio político según su tracción de votos. A raíz de esto, iniciado el periodo preelectoral, desde el Frente de Todos se lo veía de reojo. Finalmente, terminó por convertirse en candidato a gobernador del peronismo, aunque sin sacrificar su relación encubierta con Rogelio Frigerio y el Gobierno nacional.
Si se tiene en cuenta el perfil empresarial de Jalil y toda su familia, esta afinidad con el funcionario de Juntos por el Cambio no debería sorprender. Proveniente de una familia con negocios en el rubro de la salud, inmobiliario y automotor, el intendente presenta una carrera similar a la de Mauricio Macri: empresarios que decidieron apostar a la política. Incluso su hermano, Fernando Jalil, terminó por convertirse en presidente de la Cámara de Diputados provincial.
