La irresponsabilidad recorre los pasillos del hospital interzonal San Juan Bautista del Valle de Catamarca. Allí, la atención de los pacientes y el trabajo del personal se ve ralentizado por la falta de mantenimiento eléctrico, lo que hace que la aparatología del establecimiento deba funcionar por turno. De esta forma, el tomógrafo no puede funcionar al mismo tiempo que el resonador. El problema, los cables eléctricos que, aún con las debidas precauciones, provocan varios cortes de luz a lo largo de las jornadas de trabajo.
“El tema de la aparotología del hospital tiene que ver con la calidad de electricidad. Tenemos que hacer andar una maquina primero y otra después, lo cual implica que el personal se quede más horas. No obstante, así durante el día se producen varios cortes de luz, porque la maquina demanda electricidad y falta un mejor equipamiento en el cableado”, explicó José Traverso de ATE Salud a El Aconquija.
Asimismo, señaló que, por ejemplo, “el resonador magnético no tiene una UPS, estabilizador de corriente, que si viene poca la eleva y si viene mucha, merma, filtra las impurezas de la electricidad. Por no tenerlo, cada tanto se quema alguna plaqueta”. “Sería bueno que hablen los técnicos del hospital, los ingenieros y no tan solo los directivos“, añadió, explicando que la directora podría no saber en profundidad sobre cuestiones de electricidad. Estas palabras llegan después de que la líder de la institución se refiriera al tema y adjudicara los problemas de los aparatos a causas “sobrenaturales”.
Siguiendo en el tema, añadió que también tienen “otra aparatología, como en el servicio de esterilización, dos auto-clave, lo cual demanda una carga eléctrica importante. No las podemos hacer andar las dos a la vez, producto de que si pasa eso puede cortarse parte de la electricidad del hospital”. Tras insistir en que el problema es el cableado, resaltó que para un hospital no sería demasiado alto el costo necesario para solucionar estos problemas.
Por último, apuntó contra le gestión de salud y aseguró que “se hacen cosas para la vista, lo que se puede vender y no está en la esencia”. Así, expuso que mientras tienen “impresionantes maquinaria que no funcionan, nombramientos que no se hace y falta de personal”, sí poseen “una puerta de hospital para ingresar que se abre automáticamente”. Al concluir, advirtió que “la salud publica decrece y crece la salud privada. Lo que no se hace en la parte estatal, se termina haciendo en la parte privada pero lo paga el Estado”.