Los habitantes de la provincia de Catamarca se preparan para afrontar a las altas temperaturas del verano de la peor manera: con problemas de agua potable. Esta problemática afecta al interior y la capital catamarqueña todos los años, por lo que los vecinos se muestran molestos ante la falta de acción de las autoridades. Según explican los responsables, se trata de problemas de reservorio de agua y de problemas en los pozos, pero también por falta de infraestructura.
“Ha arrancado la mañana con algunos pozos que no estaban en funcionamiento. Las cisternas aguantaron hasta media mañana, ya estamos teniendo algunos inconvenientes”, explicó el vicepresidente de Aguas de Catamarca Sapem, Mauricio Furlón, con respecto a la situación en San Fernando del Valle de Catamarca. De acuerdo a la institución, las zonas más afectadas en la capital es el oeste y el sur.
En San Fernando, el principal problema son los pozos y el bajo caudal del río El Tala. De hecho, según explicó Furlón, “está más bajo este año, 200 300 metros cúbicos cuando lo normal para esta época es 450 metros cúbicos por hora”. Si bien desde la empresa provincial iniciaron obras para solucionar este problema, estas tareas implican que determinados pozos salgan de servicio, dejando sin agua a un sector de la población.
La respuesta fue sectorizar este servicio, sin embargo, no deja de llamar la atención el hecho de que todavía se continúen con las obras para solucionar este problema y no se hayan contemplado los plazos e intensificado el trabajo en las épocas invernales, para así llegar al verano con el tema resuelto. Mientras tanto, en el interior los principales problemas son la falta de reservas y los sedimentos presentes en el caudal e los ríos, lo que las vuelve inutilizables.
Por otro lado, no hay que dejar de señalar la falta de infraestructura, ya que, el aumento de la cantidad de habitantes no fue acompañado por mejores obras para garantizar el acceso de todos a este recurso tan vital en los meses de altas temperaturas. De hecho, en la capital catamarqueña, con 80 mil afectados, Sapem no tiene capacidad de respuesta para todos los vecinos y tampoco alcanza a controlar el derroche o las conexiones ilegales. Este tema fue identificado como una falencia de la gestión de Lucía Corpacci y el gobernador electo, Raúl Jalil, prometió terminar con este problema construyendo diques.