La provincia de Catamarca vuelve a ser el ejemplo de cómo se premia a quienes no se lo merecen. En este caso se trata del actual secretario de Seguridad provincial, Marcos Denett, quien a pesar de una pésima gestión, marcada por el aumento de la inseguridad, será beneficiado con un nuevo cargo. Ante la salida de la gobernadora Lucía Corpacci y la llegada de Raúl Jalil, Denett pasará a ser fiscal de Estado, un cargo superior al que ya ostentaba.
Sin embargo, este premio no fue fruto de su sacrificio por la provincia. De hecho, su gestión dejó bastante que desear. Pese a la sanción de la Ley de Seguridad Democrática, en cuatro años de gestión del abogado Denett, nunca se reglamentó la misma. Además, tampoco se actualizaron, modernizaron, ni adecuaron a la nueva ley a los reglamentos internos de la fuerza, existiendo actualmente vacíos legales e inseguridad jurídica para todo el personal policial e incluso la misma comunidad catamarqueña.
En cuatro años de gestión, el deterioro del parque automotor ha sido sorprendentemente notorio. Es así como los últimos 14 móviles, tan pomposamente presentados, no poseen equipo base de radio, ninguna tecnología propia, actual o necesaria para una unidad policial, ni panel anti vandálico. En cuanto al armamento y municiones, hablamos de la compra de 100 escopetas Legend 12.70, las cuales el 90 % tienen defectos de fabricación y no están operativas.
Asimismo, la compra de munición 9 mm no llega a los 50.000 disparos, lo que da una provisión, por cada uno de los 3500 efectivos que tiene la fuerza, de aproximadamente 3 tiros por año para cada uno, es decir, no les alcanza ni para llenar un cargador y menos para prácticas. Tal es así que, para realizar las prácticas de ascenso, al personal se le exige 10 tiros pagados por ellos porque la institución no lo provee.
Por otro lado, el vestuario y la provisión de uniforme, que es anual, en los 4 años de gestión nunca se entregó en forma completa, ni a todo el personal. De hecho, no se compraron ni 2000 uniformes completos en 4 años, cuando se necesitaban un total aproximado de 14 mil equipos completos, para poder entregar 3500 por año. Además, la provisión de chalecos antibala ha sido nula, el 90% de los existentes están vencidos y no se han comprado más de 300. También se destaca el abandono en los destacamentos policiales, los equipos de radio y el uso personal de los recursos a disposición de la policía.
Todas estas faltas internas se suman al aumento de la inseguridad en la provincia y a la falta de un debido control. De hecho, aumentó el delito contra la propiedad, las denuncias por robo y la circulación de la droga por la provincia. De esta forma, queda en evidencia lo poco que hizo Denett en su función, con una gestión casi inexistente y una institución corroída por la política y sus intereses.
