Todavía, en nuestro país, no se regula legalmente específicamente a las grabaciones, pero sí hay un derecho a la intimidad que está protegido por la ley. La constitución nacional Argentina establece en su artículo 19 que el derecho a la privacidad existe. Una conversación privada sometida a una grabación clandestina puede ser reclamada ante la justicia por una persona perjudivada, y realizar una grabación para dañar a otro es un posible delito.
Sin embargo, en el Derecho Penal a veces las filmaciones puede ser tomadas como pruebas válidas, especialmente si la grabación está hecha por la propia víctima, y en el material aparece el imputado. Al parecer, en las oficinas de Catamarca, no están bien informados sobre el tema. La novedad es que ante este vacío legal, algunas oficinas públicas decidieron que dentro de las mismas no se puede filmar.
Si no hay nada que ocultar, entones filmar no debería ser un problema. Justamente eso es lo polémico. No se entiendo por qué no se puede realizar un video. La única razón que puede existir es que no todo sea de color de rosa dentro de los establecimientos que cuelgan estos carteles. Las personas que asisten a estos lugares, van directamente a filmar y grabar, a modo de resguardarse de posibles situaciones desfavorecedoras para ellos.
Justamente en el lugar donde fue el incidente entre la maestra y la médica, está ubicado este cartel. Tal como te informó El Aconquija, hubo un enfrentamiento entre las profesionales, con agresiones verbales de por medio. Cualquiera sea la razón por la que no se puede filmar, se decidió que no se puede tomar registros de los trámites. Lamentablemente, muchas veces, un video es el único respaldo que puede tener una persona sobre su versión.
La iniciativa de colocar estos carteles no fue bien recibida por nadie, especialmente por los docentes, que reclaman malos tratos por parte del sector de reconocimiento médico. El cartel intimida a las personas a que se atengan a consecuencias legales, si es que no respetan lo establecido de no filmar a las personas de la institución. En cualquier cosa, falta reglamentación y determinar cuales cuestiones son correctas, y cuales no.