El foco infeccioso está nada más y nada menos que dentro de un hospital, como si eso fuera poco, y como si no hubiera personas vulnerables que asisten allí en busca de cura y no de empeorar. En el día de ayer, se encontraron frente a Casa Cuna, 34 bolsas de residuos hospitalarios, con toda la contaminación que eso implica.
El centro del escenario político estuvo, hace unos meses, en entregarle un premio al Hospital de Niños, con un certificado que alegaba y aseguraba que este era un hospital verde y saludable. Nada mas distante de la realidad. El discurso político, una vez más, toma un camino apartado de lo que realmente pasa, e imagina y pone en escena una situación que no ocurre.
Hace poco, El Aconquija informó sobre la situación del Hospital San Juan Bautista, en el que inicialmente, se hizo un acuerdo con la Secretaría de Ambiente, a cargo del doctor Juan Rosales, pero este acuerdo no fue cumplido. Intervino el Ministerio de Salud de la provincia para tratar de renegociar con la empresa que hace el servicio. Mientras tanto se acumularon los residuos, convirtiéndose en un foco de contaminación sin precedentes.
La firma involucrada es una empresa llamada Hábitat ecológico S.A., que reclamó no haber cobrado durante mucho tiempo. Luego, el gobierno accedió a darle algo de dinero, y ante una nueva falta de pago, el servicio se suspendió. Así está la situación en los hospitales de la ciudad.
En Catamarca, la crisis sanitaria es evidente, y no deja de sorprender la irresponsabilidad del gobierno, que no le presta atención a las cuestiones realmente importantes, y la desidia de ni siquiera recoger los residuos. La población está en riesgo y a nadie parece importarle demasiado.
