Como informó El Aconquija, hay una gran problemática con los médicos en el interior. Hace poco tiempo, un médico se enfrentó a un padre con golpes, piedras e insultos, por cuestiones vinculadas con la atención de un niño. La situación de los médicos en el interior es alarmante, y se desencadenan este tipo de hechos violentos.
En esta oportunidad, el ministro de salud de la provincia, Raul Figueroa Castellanos, aseguró que el problema de los médicos del interior radica en que las sociedades son violentas, y no tiene en cuenta que desde su Ministerio no se le ofrece a los médicos, condiciones de trabajo óptimas. Los médicos del interior son pocos, trabajan largas jornadas, descansan mal, no dan abasto con la cantidad de pacientes, no tienen los recursos necesarios para atender y demás.
El Ministerio reclama la violencia, pero es también el culpable de la misma. Dejar un médico a su merced, es violento. Que haya poca asistencia en el interior, es violento. Que las ambulancias no tengan los suministros necesarios y queden varadas en el camino, también es violento. Piden paz, pero no la fomentan. Los meses pasan, la situación no cambia, y el caos explota.
“Para nosotros es muy doloroso que esos médicos, enfermeras, farmacéuticas tengan tal cantidad de agresiones, y ellos asisten, trabajan, se levantan a las 6 am y atienden. Esas cuestiones pareciera que a nadie les importa, y se vive la violencia”. Esas fueron las palabras de Figueroa Castellanos. Además, agregó: “El Ministerio de Salud va a fijar una posición de absoluta y total repudio contra los hechos de violencia en cuestiones de salud, pública y particular.
“La situación es insostenible, no podemos garantizar médicos en el interior si la sociedad sigue violenta. Hay un lugar en el que hubo 8 médicos y se fueron los 8 por hechos de violencia. Pedimos a la comunidad que se replantee la violencia, vean al médico como la persona que está presentando un servicio de salud y verlo de esa forma”. El ministro pide a la comunidad replanteos, y el mismo no los hace.
