Catamarca está siendo noticia por registrar altas temperaturas y estar en el ranking de una de las provincias más calurosas del país. A medida que aprieta el sol, los servicios de agua y luz colapsan. Esta es una situación que padece tanto la capital como el interior, dejando sin servicios a miles de usuarios.
Además, la empresa que se encarga de proveer agua, Aguas de Catamarca Sapem, no posee la cantidad suficiente de camiones para hacerle frente al numero de reclamos realizados. La mayoría de estos quedan en la nada y no hay capacidad de reacción, mientras tanto la gente se la tiene que rebuscar todos los días frente a la ausencia de este vital elemento como lo es el agua.
Esta situación no es nueva, viene heredada como una falla y un incumplimiento por parte de la ex gobernadora Lucia Corpacci. Este déficit fue confirmado por el actual gobernador Raúl Jalil quien hizo su campaña basándose en la problemática del agua y haciendo promesas para solucionar la delicada situación.
Hay que aclarar que la situación del agua de la capital con respecto al interior es distinta. El agua de la capital se extrae de pozos, y si se corta la luz también se corta el suministro de agua, ya que las bombas no pueden funcionar. En el interior el agua que se bebe es superficial, se extrae de los ríos pero frente a una lluvia el agua desciende sucia y las precarias plantas que se encuentran en las localidades no pueden hacerle frente a esta situación.
En conclusión, no hay ninguna provincia que pueda desarrollarse si no tiene un plan de conocimiento de sus propios recursos, y es una cuestión en la que el gobernador Raúl Jalil debe ponerse a trabajar. La falta del suministro de agua es un déficit político que trae graves consecuencias a la sociedad.