En las últimas horas trascendió que el actual gobernador de la provincia de Catamarca, Raúl Jalil, no está para nada contento con la gestión de sus ministros. Desde que asumieron los cargos de altos funcionarios, la gestión parece que no arrancó y el gobernador empezó a apurar a sus ministros y secretarios.
Recordemos que gran parte del gabinete actual fue heredado de la gestión anterior, encabezada por Lucia Corpacci. Jalil decidió darles continuidad a los ex funcionarios pero comienza a pensar que fue un error. Todas las encuestas indicaban que, aunque la población acepte la gestión de la ex gobernadora, repudiaban y no aceptaban la gestión de sus ministros.
En el día de ayer se escucharon gritos en Casa de Gobierno, en los cuales se podía escuchar al gobernador Raúl Jalil furioso con sus funcionarios, diciendo que si no se ponían a trabajar los iba a echar. Jalil tiene esas formas y no va a dudar en cambiar a funcionarios que no cumplan con sus expectativas. Es muy probable que a corto plazo mueva a muchos que vienen de la gestión anterior. Necesita que su gestión se mueva para mostrarle algo a la gente antes de que su poder se disuelva.
Raúl Jalil tuvo problemas con el ministro de seguridad Hernán Martel, quien se siente perdido en su puesto. En este último tiempo hubo varios hechos de inseguridad para los que no hay respuestas, como el caso del robo a la diputada provincial Verónica Mercado a metros de la casa del intendente Gustavo Saadi en el que le robaron dinero, electrodomésticos y joyas. Si esto le pasa a funcionarios de primera linea entonces lo que le espera al ciudadano de a pie no es muy alentador.
Son los primeros pasos del gobernador que ya está mostrando sus errores y haciendo entender que existe una interna entre el corpaccismo y el jalilismo. No podemos pasar por alto que Lucia Corpacci acomodó a su gente en los puestos más importantes y armo la lista de diputados, tal es el caso de Edgardo Macedo, quien frente a una diferencia con el actual gobernador decidió dar un paso al costado de la gestión. Jalil debe construir poder real y legitimidad, o quedara en la sombra de la ex gobernadora.