En esta navidad empezó a circular la noticia de que los efectivos policiales de Poman se encontraban utilizando los móviles de la policía para entregar mercadería mientras estaban vestidos de papá noel. La situación, si bien es un muy buen gesto el de los policías de repartir comida, no deja de ser polémica.
Mientras los policías se encontraban realizando este buen gesto, la tasa delictiva de la provincia de Catamarca sigue aumentando. Los problemas más serios que atraviesa la provincia están encabezados por la inseguridad. La policía no tiene recursos o móviles, y si bien la gente distingue la buena actitud de los policías de las políticas de seguridad, el contexto no es el mas apropiado.
Si bien estas acciones pueden mejorar la imagen de la policia de la provincia, lo cierto es que la entrega de golosinas y pan dulce en las localidades de Siján, Mutquin y Saujil no revierte la opinión publica de la policía, la cual se encuentra denunciada por desvíos de fondos y maniobras de corrupción.
La gestión anterior de la policía, a cargo de Marcos Denett y Orlando Quevedo profundizaron estas conductas en la institución de seguridad. Al día de hoy, el actual ministro de seguridad, el Sr. Hernan Martell, aun no hizo nada que pudiera marcar la policía, siendo así que esto sigue siendo un problema para la sociedad.
En conclusión, el servicio que brinda la policía a los vecinos y vecinas está cada vez mas deteriorado. La imagen positiva de la institución cada vez es más baja y si bien el hecho de salir a repartir comida a las personas en símbolo de solidaridad es grato, el contexto en el que se hace no es el mejor.
