A diferencia del resto de las provincias que se presentaron en la Feria Internacional de Turismo en Madrid, el Ministro de Cultura y Turismo de Catamarca, arquitecto Luis Maubecín, y la Secretaria de Gestión Turística, técnica Gabriela Coll, fueron solos a España y no llevaron a ningún representante del sector privado.
No se puede vender así a la provincia, a sus bellezas naturales y servicios en el exterior, sin la participación del sector privado, en este caso la entidad madre en Catamarca, la Cámara de turismo. Es inconcebible tener al turismo como política de Estado sin integrar al sector privado.
Esto no sucede en ninguna provincia argentina con el turismo consolidado y el problema puede ser político porque desde el Gobierno no comparten la conducción de la empresaria Claudia Moreno pero lo concreto es que los funcionarios estuvieron para el corte de cinta y luego desaparecieron.
Si bien cambiaron las cabezas en Turismo de la provincia, siguen las mismas personas en el área comandada por la ex secretaria Natalia Ponferrada (hoy diputada), cuya administración también chocaba con la Cámara de Turismo. El Gobierno no puede trabajar en soledad excluyendo a los privados, motor clave en la promoción y el desarrollo turístico.
Además hay cuestiones legales contempladas en la Ley de Turismo que marcan deberes y derechos en torno a la actividad por parte del sector público y el sector privado. Maubecín no puede repetir la historia de Ponferrada en un enfrentamiento sin sentido con la Cámara. Están obligados a trabajar juntos.