El Gobierno de Catamarca se reunió con los gremios ayer y planteó aplazar las paritarias con el argumento de que “no hay plata” y de que el panorama financiero a nivel país será más claro el mes próximo, por lo que pidió una tregua hasta marzo. Esto fue algo que los sindicalistas rechazaron en su mayoría, en particular los gremios docentes. La decisión política de la administración Jalil pone en riesgo el inicio de clases en la provincia, a pesar de que Catamarca estuvo participando de muchos encuentros de ministros de educación.
Por parte del gobierno, estuvieron presentes: el ministro de gobierno, Jorge Moreno, y el titular de Hacienda, Sebastián Véliz. Los funcionarios no pudieron convencer a la mayoría de los gremialistas presentes de que asuman una postura de “responsabilidad” para mantener las arcas “ordenadas”.
La palabra de Raúl Jalil
El gobernador Raúl Jalil había hecho algunos adelantos esta semana, al referirse al aumento salarial y ante el inminente reclamo de los docentes que entienden el comienzo de clases como la única forma de forzar a los funcionarios a ser serios con el ofrecimiento salarial.
El propio Jalil les pidió “paciencia” a los trabajadores, en el marco del anuncio de una tarjeta para comprar kits escolares por un valor de 1000 pesos por alumno. Esto conformó a la mitad de la población, pero la otra mitad entendió que era insignificante la ayuda oficial en atención a la inflación y el costo de los mismos. Durante la reunión, el ministro Véliz dijo lo que nadie quería escuchar y los gremios pusieron el grito en el cielo expresando abiertamente su disconformidad con la política salarial implementada por Jalil y haciendo promesas de comenzar un plan de lucha.
En el cónclave no faltaron los gremios afines al gobierno peronista que pidieron “comprender la situación nacional y provincial” remarcando que los kits escolares no eran solución definitiva, pero reconociendo que son una gran ayuda, abogando de esta manera por la suspensión de paritarias hasta el mes de marzo, postergando las mismas.
En una encrucijada y sin poder dar más respuestas a la situación, el titular de Hacienda levantó el encuentro y lo hizo con un argumento bastante pobre: que se necesitaba el salón en el que estaban para realizar otra reunión. Otro fracaso político en el diálogo del gobierno que preanuncia -nada más y nada menos- que la demora del inicio de clases, como si esto no fuera un tema prioritario para la vida de los catamarqueños.