El escrache fue la única vía que encontraron los de ATE. La polémica se disparó en torno a la falta de respuesta por despedidos que aplicó el peronismo. Tras ganar las últimas elecciones y asumir la responsabilidad de conducir, tanto municipios del interior de Catamarca, como la provincia, el peronismo no dió solución. Dirigentes de ATE anunciaron escraches en los domicilios de funcionarios y legisladores porque consideran que cuando se deja un empleado sin trabajo se afecta a toda su familia. La decisión fue la de llevar el escrache a la casa del funcionario, para que la familia del político sepa quién es y cómo hace su trabajo el papá o la mamá que es funcionario.
Así lo dijo a El Aconquija el dirigente José “Tato” Traverso (ATE Salud), en el marco de la lucha por la reincorporación de cesanteados. Los focos más polémicos son Recreo y Valle Viejo. En estas localidades el clima se tensó tanto que hubo fuertes denuncias cruzadas y hasta una violenta represión en la comuna chacarera conducida por la justicialista Susana Zenteno. En tanto, Luis Polti, ni siquiera dejó entrar al festival del pueblo a municipales que participan del reclamo. De hecho, hizo una lista negra y los hizo sacar con la policía.
Escrache y plan de lucha
“El plan de lucha continúa. Van a empezar los escraches en la casa de los funcionarios. Ministros de gobierno, concejales, diputados, senadores, gobernador. Explicó por qué: cuando un trabajador queda sin trabajo afectan a toda una familia. No puede decir el funcionario que no tiene nada que ver la familia de ellos”, afirmó Traverso de ATE salud añadiendo que los escraches van a ser pacíficos pero que se concretarán “para que los miembros de la familia sepan qué clase de funcionario es su padre o madre”.
El gremialista dijo que tiene que quedar claro que “ellos (funcionarios, senadores, concejales) son responsables de esa familia que se quedó sin trabajo”. Por esto, anunció un itinerario de escraches contra los políticos que pregonaban la paz social en campaña y prometiendo empleo, pero que al asumir comenzaron casi inmediatamente con las desvinculaciones sin importar si esas familias tienen o no para comer.
Entre las acciones se prevé golpe de manos, entonar cánticos, llevar banderas y hacer presencia, pero nada que sea agresivo a la familia del funcionario. Ahora el tema es ver cómo reacciona la policía y si los políticos mandan militantes para contrarrestar la movida. Si esto ocurriera, todo devendría en una situación impredecible.