¿Asesores o enemigos? Tal como lo había adelantado El Aconquija, los fracasos por actualización del salario se sucedieron. Los docentes anunciaron hoy paro para el próximo lunes y martes, y el gobierno provincial fuerza el comienzo del ciclo lectivo 2020 con una conciliación obligatoria. Los problemas locales de salud, seguridad y educación están superando al gobernador Raúl Jalil. Raúl últimamente está más en el exterior que en la provincia de Catamarca. El primer mandatario acaba de volver de Dubai y parte a Toronto, Canadá.
El fracaso de las negociaciones con los gremios ya había sido anticipado de alguna manera por el propio gobernador Raúl Jalil, quién pidió “paciencia” a los trabajadores. Su argumento a principio de febrero fue que había que esperar marzo para estudiar la evolución de la economía nacional. Tras la última reunión con representantes del gobierno, en el día de la fecha los gremios ratificaron las medidas de fuerza. Por esto, el ministro de Educación, Francisco Gordillo, corrió a pedir la conciliación obligatoria para forzar el comienzo de clases.
El ministro de Hacienda Sebastián Véliz y el titular de la cartera educativa fueron los voceros de la administración peronista. Jalil -antes de viaje a Dubai- aseguró que su administración no será irresponsable en el gasto público, manteniendo la línea ordenada de las cuentas del Estado provincial dejada por la exgobernadora, Lucía Corpacci. El punto es que los funcionarios ofrecieron 1500 pesos no remunerativo, no bonificable y disparó la indignación de los gremialistas con posterior consenso de las bases para materializar la protesta.
¿Asesores buenos o malos?
Sucede que los asesores le vendieron a Jalil que lo mejor es que permanezca de viaje. Parece que el plan es que mientras se solucionan los focos de conflicto reinantes en la provincia, Raúl no esté. Lo cierto es que los problemas se agravan con altos costos políticos, pues no solo crece el malestar social, sino que incluso algunos legisladores justicialistas ya empezaron a manifestar abiertamente que no están de acuerdo con la administración Jalil. La situación llego al punto que el gobernador y su ministro político, Jorge Moreno, no pueden reunir el quórum necesario para las sesiones extraordinarias convocadas con aires de profundas reformas.
Evidentemente, los viajes al exterior no están ayudando. Al gobernador lo traiciona su perfil empresarial. Entiende que hoy puede perder casi todo y mañana recuperarlo. Confunde erróneamente empleados de empresas privadas con empleados del ámbito público. Jalil sigue viajando, pero con altos costos políticos y sociales. Lo supera la realidad y hasta ya no sería sorpresa que los mismos corpaccistas que nunca lo quisieron como sucesor de “La Jefa” sean los que le pongan palos en la rueda por entender que poco y nada tenía que ver con el peronismo que profesan.