El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, se sometió a una cuarentena virtual. Supuestamente se aisló por el COVID-19, tras volver de la feria internacional de Toronto. La realidad es que recibió visitas e incluso recibió a funcionarios que después intercambiaron momentos en diferentes ámbitos públicos. La comunidad no puede entender la hipocresía entre el discurso oficial que llama a ser responsable y las acciones irresponsables posteriores.
La persona que estuvo con Jalil sin tomar luego medidas preventivas fue la ministra de salud, Claudia Palladino. Más tarde, fue a la Terminal de SFVC y luego a una radio local. En la imagen se puede ver al Gobernador en videoconferencia con el presidente y al lado la titular de la cartera sanitaria provincial. Esa noche, Palladino estuvo en la Terminal de Ómnibus y al otro día en una radio local (subieron fotos al Facebook).
¿Cuarentena o burla?
Si las autoridades no toman en serio la cuarentena a la que están obligados difícilmente puedan llegar a la sociedad con las conferencias diarias que ahora ofrece el Gobierno. Aunque encaran los micrófonos con aire de gravedad y expresan que la información oficial es la más confiable, en cada relato diario de las 10 de la mañana se habla mal de las redes sociales porque ocuparon ese espacio de comunicación vacío.
Jalil se aisló luego del decreto presidencial porque no tuvo iniciativa propia a su regreso de Toronto. Allí fue con una comitiva integrada por políticos y empresarios de diferentes puntos de la provincia y que tampoco tomaron ninguna prevención, por el contrario. De manera que, tardíamente se autoaislaron pero no del todo porque encima tienen el tupé de subir al Facebook fotos con visitas o festejando algo.
Para contrarrestar la desconfianza que genera el Gobierno, Jalil implementó conferencias encabezadas por el ministro de Seguridad, Hernán Martel, la ministra de Salud y el titular de la Secretaria de Información Pública, Guillermo Andrada. La idea es generar confianza con la voz oficial pero evidentemente no es acompañada por las acciones, empezando por el mal ejemplo del Gobernador.