La alegría desbordó a la Iglesia de Catamarca por el avance que tuvo la beatificación de Fray Mamerto Esquiú. En un descuido, un cura mostró la pileta en la terraza del edificio del Obispado en un video casero que se viralizó en las redes sociales. El júbilo del integrante de la Iglesia da una visión o panorama de los puntos cardinales del edificio y relata desde la terraza: “Ahí está mi hermosa pileta”. El Obispado está ubicado a media cuadra de la plaza principal de SFVC.
La filmación del cura, autoridad de la Iglesia, se da en el marco de la aprobación por parte de la Comisión de Teólogos de la Santa Sede del milagro realizado por intercesión del Venerable Fray Mamerto Esquiú. Esta noticia fue dada a conocer por el Vicepostulador de la Causa de Beatificación, Fray Marcelo Méndez. La información de que Fray Mamerto Esquiú estaba a un paso de ser santo, desbordó al cura en la terraza del Obispado y no calculó el impacto posterior del video viral.
Otras polémicas del Obispado
Recordemos que el Obispado de Catamarca conducido por Luis Urbanc, ya fue noticia por otras polémicas que ocupó la atención de la comunidad. Entre ellas, se destaca la construcción de una playa de estacionamiento y un centro comercial al lado del Obispado. La construcción se hizo con maquinaria y mano de obra municipal, durante la administración de Raúl Jalil, cuando el actual gobernador era intendente capitalino.
Para hacer la playa de estacionamiento del Obispado no solo se demolió un edificio histórico, donde funcionaba el centenario Diario La Unión, sino que fue un escándalo también porque se conoció que esa infraestructura para lucrar era administrada por un funcionario de Raúl Jalil. Se trata de Leonardo Nierderle, en este momento ministro de Obras Públicas de la provincia, es decir un hombre de extrema confianza del gobernador peronista Jalil.
La semana pasada, el Obispo Urbanc hizo un llamado a la solidaridad a sus fieles para que puedan depositar el diezmo en una cuenta bancaria, debido a que, según explicó, la situación financiera de la Iglesia era insostenible. Aseguró que el impedimento que significó la pandemia del COVID-19, afectó la concurrencia a las capillas e iglesias, y en consecuencia, afectando a la colaboración económica de los creyentes al sostenimiento y funcionamiento de la Iglesia de Catamarca.