El intendente de Recreo, Luis Polti, justificó al funcionario boxeador que se agarró a las piñas en la calle asegurando que fuera del horario de trabajo no hay problema que se maten a golpes con otros empleados municipales, el tema es cuando el pugilato se da en horario administrativo cuando están prestando servicio para la comuna. De esta forma el boxeo estaría habilitado para cualquiera de sus funcionarios que decida resolver a lo Rocky Balboa las diferencias.
No importaría si se sacan un ojo o si alguno queda invalido, tampoco que sea en la vía pública, o que sea un funcionario, lo importante es el “horario”. No está mal andar a las trompadas, lo malo es hacerlo de lunes a viernes, de 8 a 13 horas, de ahí para adelante tranquilamente se puede hacer una velada boxística en cualquier calle de la localidad de Recreo. Incuso hasta parece que Polti las promueve con estas declaraciones.
Las contradicciones de Polti son una marca registrada y no deja de sorprender a sus seguidores. Hace poco fue noticia por violar la cuarentena cuando la policía lo sorprendió pescando junto a otros funcionarios y amigos, terminó gritando en Comisaría que era el jefe comunal. Ayer criticó a los “irresponsables” que no acatan las decisiones del COE para mantener el Caso Cero de CV-19 en Catamarca. La justicia multó a Polti pero casi seguro que pagó la municipalidad de Recreo.
Respecto al pugilato, se trata del Jefe de Espacios Verdes, Marcos Rodríguez (campera roja en la imagen), quien tuvo un fuerte altercado con otro empleado municipal de apellido Garay (campera negra) que además es el padre de uno de los cientos de cesanteados que quedaron sin trabajo en la municipalidad, tras la asunción de Polti y el cambio de gobierno la protesta se trasladó a la calle y se judicializó.
Las expresiones desaprensivas sobre la disputa a las piñas en la calle por parte de personal municipal con argumentos infantiles no hacen más que potenciar la violencia en un contexto económico y sanitario delicado. Ponerle “horario” a las peleas en lugar de condenar la violencia en todas sus formas habla de la incoherencia de un intendente que parece peleado consigo mismo. De ahí para adelante podemos esperar cualquier cosa.
Juan Carlos Andrada
