Política

El Gobierno cuestionó la “fe mariana” de los que se oponen a que traigan pacientes de CV-19

La Fé Mariana y la Solidaridad.

Gabinete, legisladores y prensa afín al gobierno apelaron a la “fe mariana” para apuntalar la versión del gobernador Raúl Jalil de la necesidad de ser “solidarios” y traer pacientes con CV-19 de otras provincias e incluso Chile para tratarlos en Catamarca (única provincia del país que mantiene el Caso Cero). Dicho directamente, para el oficialismo no se pude ser cristiano o profesar fe mariana y al mismo tiempo negarse a brindar una ayuda humanitaria en tiempo de pandemia.

Para los defensores de la teoría Jalil, no se puede tener en la boca a la Virgen del Valle o a Fray Mamerto Esquiú y después estar a favor de la muerte en atención a que estos mal llamados cristianos o marianos no quieren que pacientes o enfermos sean ayudados por Catamarca. Acusan a estos demonios terrenales de falta de solidaridad y amor por el prójimo al tiempo que de querer generar temor en la sociedad.

Por supuesto las redes sociales fueron el canal del debate que combinó política y religión. Los críticos del llamado a la solidaridad que hizo el Gobernador argumentan que no se puede ser solidario con lo que no se tiene (por el precario sistema de salud de catamarqueño) y expusieron que por esta fragilidad sanitaria los costos podrían ser muy altos debido al alto poder de contagio de un virus que muta permanentemente.

No faltaron los que dejaron en claro que “la solidaridad empieza por casa”, aludiendo a las guardias en los hospitales, elementos de trabajo, turnos eternos para especialistas, hermanos catamarqueños que aún no han podido regresar de otras provincias. Asimismo le reclamaron al Gobernador que sea solidario con los sueldos que actualmente son de hambre en la provincia. Recordaron que los catamarqueños no son inmunes a la enfermedad.

Donaciones

Otros le dijeron directamente a Jalil y sus funcionarios que sean solidarios y que donen sus sueldos para comprar respiradores en Catamarca o para las provincias vecinas que están necesitando. Que no hace falta traer enfermos para complicar las cosas aquí para ser solidarios, que pueden viajar en calidad de voluntarios o mandar cosas desde Catamarca con recursos propios o de la provincia para mostrar su solidaridad sin poner en riesgo a la sociedad catamarqueña.

Por Juan Carlos Andrada

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