En la habitación 402 del Instituto Médico de la Comunidad, en Catamarca, se encuentra el preso vip, Elian Kotler. Sigue internado supuestamente por un problema en los testículos desde de principio de junio. En medio de un escándalo mediático por el video de funcionarios judiciales recibiendo coima, se suman hechos que indignan a la sociedad. Desde que ingresó al Penal, Elian tuvo privilegios y se convirtió en un preso vip. Ahora permanece en una Clínica, con tobillera electrónica y sin custodia.
Después de haber matado a Pablo Camaño, Kotler pasa más tiempo afuera que adentro del Penal. La diferencia está dada porque se trata de una familia que maneja millones de pesos. Raúl Kotler (padre de Elian) es proveedor de Estado. Como sea, Elian pasó más de un mes con comodidades y lujos que representan una injusticia para la familia de víctima y para los demás presos que cumplen su condena rigurosa en el Servicio Penitenciario de Miraflores.
Elian está agazapado en la habitación 402 del Sanatorio de la Comunidad. La Dra Cabanillas, que ya le dio varios permisos especiales al joven mimado del sistema judicial, no le proporciona información a la familia de Camaño. El Director del Servicio Penitenciario, Daniel Romero, viene facilitando el traslado de algunos presos con coronita que salen en camionetas con vidrios polarizados del Penaln pero la información finalmente se filtra.
Esta maniobra política-judicial para favorecer a Kotler produce malestar entre los internos por el trato desigual entre los condenados que tienen plata y los miserables que deben quedarse porque no tienen recursos, lo que conduce a concluir que el sistema judicial de Catamarca es permeable a los ofrecimientos que casualmente se vieron registrados en un video casero donde quedaron “pegados” dos altos funcionarios judiciales (Da Prá y Juan Pablo Morales).
La filmación muestra cómo se factura y que la llave es el dinero. En Catamarca circula plata para liberar presos o para darles privilegios a asesinos. En la charla se habla de deudas anteriores (coimas) que no se pudieron cobrar con absoluta impunidad en la oficina de Da Prá. Tiene distintos nombres la corrupción judicial y cuando toma estado público se dibuja una defensa pero con un trazo bastante infantil, es decir un garabato.