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Política

La “cultura alcohólica” de los funcionarios del intendente Ríos en cuarentena

Opinión.- Por Juan Carlos Andrada

Cristian Ogas es funcionario del intendente Daniel “Telchi” Ríos, volcó no solo su auto violando la cuarentena sino que volcó también su carrera política. Iba ebrio por eso se negó a que le extraigan sangre. Ogas se sintió autorizado a manejarse por fuera de la ley porque Telchi no tuvo problemas en hacerlo y reconocerlo abiertamente. El ejemplo del jefe comunal fermentó adentro y ahora se debate en echarlo pero no tiene autoridad.

La gente está pidiendo que se tomen medidas con el funcionario que controlaba en la ruta haciéndose el recto y exigiendo responsabilidad a los vecinos y al final terminó mostrando la hilacha tras una fiesta clandestina, cuando regresaba perdió el control del vehículo que conducía ebrio poniendo en riesgo su vida y la de dos personas que lo acompañaban. Ogas se negó a la extracción de sangre porque ya sabía el resultado: “Remamado”.

El intendente se dio con una piedra por la boca. No tuvo cuidados sanitarios y se creyó inmune al virus. Por este motivo “Telchi” fue imputado pero se escondió detrás del argumento humanitario. Dijo que quiso ayudar a 1 persona pero puso en riesgo a toda la comunidad luego de un viaje a Buenos Aires. Quién iba a pensar que al poco tiempo uno de sus funcionarios mimados también cometería el mismo error, violar la cuarentena, decreto presidencial más provincial.

Hay desorden arriba y abajo. La responsabilidad es de “todos” pero lo cierto es que hay “grados” de responsabilidad. Hay quienes quieren hacer creer que la responsabilidad la tiene un partido político o la gente común (liberando a los funcionarios) pero lo mezclan porque así se “diluye” la responsabilidad y entonces, al final, “nadie es” (responsable o culpable). No tiene excusas Ogas, volcó borracho. Si Telchi no lo echa debería presentar su renuncia con carácter indeclinable.

¿Y ahora? Si lo echamos, Ogas podría reclamar que Telchi también renuncie. La diferencia podría ser que uno manejaba ebrio y el otro no, pero Ríos se fue a Buenos Aires, Cristian andaba chupando en el mismo Belén. Disculpen el lenguaje barrial pero “al pan pan y el vino vino”. El funcionario se relajó porque el “jefe” insinúa que está por encima de la ley o que no le preocupan las leyes. En ese contexto, Ogas encontró “canilla libre”. Funcionario de Cultura (“alcohólica”).

Por Juan Carlos Andrada