Política

Quieren cobrar impuesto a los que venden pan y empanadas para sobrevivir en pandemia

La intendencia desconocería estas avivadas en pandemia o se liberaría la zona a los delegados.

De acuerdo a la información que hicieron llegar los lectores de El Aconquija, les quieren cobrar a en Alijilán a las familias que sobreviven en esta pandemia con la gastronomía vendiendo pan, empanadas, tamales, pizzas, tortas, etc, una suerte de inscripción o impuesto si quieren seguir trabajando en sus casas. La decisión municipal trae polémica porque es la única forma que encontraron los vecinos de hacer frente a la crisis económica por el Covid-19.

Parece que el intendente Rafael Olveira (Frente de Todos) desconoce estas avivadas o en realidad les liberó la zona a los delegados para que puedan hacer sus propios negocios. El delegado Jorge “kitún” Salas ya fue noticia por aumentar el impuesto en las carnicerías cuando el matadero es un asco y por intimar a los familiares a que paguen una deuda exorbitante en el Cementerio lo que provocó que los vecinos eleven una nota a Olveira que luego no quisieron recibir en el municipio.

No sería la primera ni la última vez que un ladero del intendente intenta sacar tajada chapeando con el vínculo que tienen con el jefe comunal. Resulta difícil también saber si Olveira los autorizó explícitamente o si deja hacer, autorizando implícitamente. También sería conveniente conocer si toma decisiones cuando se entera de estos negocios particulares de los delegados que solo sirven para dejar mal parada a la gestión Olveira en un contexto de crisis sanitaria y económica.

El crecimiento patrimonial de Salas no tiene forma de justificarse si consideramos que su sueldo no supera los 22 mil pesos. Con ese pobre sueldo que apenas alcanza para llegar a fin de mes compró vehículos, propiedades, moto de competición y hasta panadería tiene. Una situación económica totalmente diferente a la de la mayoría de los vecinos que lucha por sobrevivir. Encima “Kitún” les quiere cobrar una inscripción de $800 pesos para poder trabajar hoy.

Está dura la mano como para tener que lidiar también con delegados municipales o intendentes que no tienen idea del hambre que hay en la calle. Cobrarles por una comida que hacen para vender porque no tienen nada o se quedaron sin trabajo porque la fábrica cerró es otro atropello oficial que no se corresponde con los tiempos que vivimos. En todo caso que los dejen laburar pero cuidando el aspecto sanitario por el Covid-19. En lugar de ayudar, los políticos nos están hundiendo.

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