Política

Déficit: Trasladan a dos embarazadas en una ambulancia desde Los Altos

En Los Altos faltan ambulancias, insumos y profesionales.

La salud en el interior sigue siendo una cuenta pendiente. En Los Altos dos embarazadas tuvieron que ser trasladadas en una sola ambulancia. Una de ellas no podía ser traslada porque no había una unidad de traslado disponible. Al rato llegó otra mujer encinta con necesidades de ser derivada también a capital, así que, les dijeron que cuando esté la ambulancia viajarían las dos embarazadas porque no se podía hacer de otra manera.

El reclamo de los vecinos es viejo, nunca consiguieron que la salud pública sea una prioridad ni aún atravesando una pandemia. Faltan ambulancias, insumos y profesionales. Estas noticias que viene dando El Aconquija es la cruda realidad. Se hicieron algunos esfuerzo con muchas fotos oficiales pero falta bastante para tener un servicio de salud acorde las necesidades de los catamarqueños que nunca dejan reclamar ni de tener esperanza.

Con la gestión de Lucía Corpacci, siendo médica la ex gobernadora, se suponía que el acento iba a estar puesto en la salud pública pero el faltante de ambulancias era una constante. Su sucesor, Raúl Jalil, viene del negocio de la salud y tiene los sanatorios Junin y Pasteur, pero de seguro que ahí no falta nada en comparación con el Hospital San Juan Bautista, como para hacer una comparación rápida. Por ejemplos en servicios y tecnología están lejos, muy lejos.

La Corporación Jalil tiene el servicio privado de ambulancias VITAL que llevan pacientes desde el interior a los sanatorios del Gobernador y los hermanos, la clave es la pregunta: ¿tiene obra social? Sin duda ese servicio de ambulancias está mejor aceitado que el que existe en los hospitales de la Catamarca profunda. Como falta también infraestructura y profesionales, la ambulancia viene a ser lo fundamental para salvar vidas.

Son casos que no son reflejados por la prensa adicta al poder de turno, tanto municipal como provincial. Mucho menos negado. El silencio tiene un valor de aceptación de estos errores, nada más y nada menos que con la salud pública. Solo los familiares que sufren estas “eventualidades” en emergencia reconocen la desesperación. Le pasó a la familia del albañil Heredia de Fiambalá esta semana. Hoy les contamos otra historia similar pero en Los Altos.

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