Las leyes impulsadas por el oficialismo en la Legislatura provincial se robaron todas las miradas, incluso a nivel país. Cuando Catamarca estaba indignada por la avanzada del peronismo en Diputados, más tarde los 14 nuevos casos confirmados de Covid-19 taparon el escándalo institucional tras varios días sin “novedades” sobre la pandemia. Parece que le encontraron la vuelta al manejo del miedo para que la gente termine hablando del virus (si es necesario).
En un marco de “normalidad” esto no sucede porque la sociedad genera sus propios “anticuerpos”. La excepcionalidad del distanciamiento y el aislamiento obligatorio por el Covid-19 permitió que el Gobierno avance ciego con la Derogación del Consejo de la Magistratura, Ampliación de la Corte de 5 a 7 miembros, Modificación de la Ley Electoral, Régimen de selección e ingreso al Poder Judicial. Sin contar decretazos y otros antecedentes alocados de la gestión Jalil.
Así aparentemente se conserva el poder con el manejo del miedo pero esa metodología funciona en este contexto de miedo que, como sabemos, tampoco será para siempre. Por lo tanto hablamos de un poder difuso, virtual o no real. Cuando el temor pase porque aprenderemos a convivir con el Covid-19 y ya los nuevos casos no causen el mismo impacto, cuando se recupere cierta normalidad, la comunidad presentará su sentimiento por este abuso perpetrado en manada.
La pandemia solo puso en suspenso la resistencia a los atropellos oficiales, esas pequeñas ideas de la calle que históricamente hicieron recular al poder de turno. Ampliando otra vez los números de la Corte solo buscan impunidad a futuro, algo absolutamente comprensible si consideramos que incluso el Hospital Monovalente “Dr Carlos Malbrán” está cuestionado. La remodelación del CIIC ha sido tomada como un ícono de la gestión Jalil contra el Covid-19 pero está bajo sospecha.
Mientras llega la hora de la verdad y asoma de a poco la nueva “normalidad”, la gente desconfía de la política detrás del COE. Sería maquiavélico manipular los casos de Covid-19 para tomar por asalto la justicia pensando en la impunidad futura porque no se salva ni el Monovalente. Les recuerdo muchachos que fue el General Perón quién dijo que “cuando el Pueblo agota su paciencia hace tronar el escarmiento”.