La diputada por el Frente de Todos, Monica Zalazar, impulsa una ley que busca terminar con las noticias falsas en las redes, comúnmente denominadas fake news. El propósito de esta idea es “terminar con información inexistente que lo único que ocasionan es terror en la sociedad”. Además, incorpora al Código de Falta la sanción de arresto para quienes propaguen noticias falsas en WhastApp, Facebook o cualquier medio público.
Respecto al por qué surge dicho proyecto en tiempos de cuarentena, la legisladora afirmó que en lo que va del aislamiento social, se vio una “suerte de cacerías de brujas donde la gente se peleaba para ver quien daba la primicia de la foto de la casa, dónde lo trasladaron o qué le hicieron”, y resaltó que “eso tiene que estar penado y por eso solicitamos la modificación del Código de Falta”. Respecto de la sanción, la misma llega hasta 10 días de arresto por ser considerada una “falta severa grave”.
Si bien es cierto que debemos cuidar a la población y evitar que se divulguen calumnias en su contra, puede presentarse un proyecto diferente que proteja la integridad de la persona, sobre todo en casos de pacientes con COVID 19. Pero eso va más allá de la fake news, es protección de identidad e inclusive secreto profesional. Por lo cual, ¿será que este proyecto busca, de alguna manera, regular las noticias que vayan en detrimento del gobierno y sus afines?
La iniciativa propone “tipificar como faltas la divulgación de noticias falsas y la exposición del estado de salud de las personas con la intención de represarlas socialmente”. Así como estamos viviendo un brote epidemiológico en la sociedad, también nos encontramos en una época donde la difusión de contenido falso se “viraliza” rápido. ¿No será mejor para combatir la pandemia de la desinformación con mayor conciencia sobre lo que leemos y educando sobre cómo instruirnos mejor como ciudadanos?
Es sumamente dañino el impacto de las noticias falsas, pero es más peligroso aún cuando el poder de turno toma la iniciativa de penalizarlo porque puede caer en una restricción de la libertad de expresión. Lo único que podemos hacer ante posibles “fake news” es tomar acciones mediante redes sociales para contrarrestar sus efectos. Usemos las tecnología a nuestro favor, que la exposición permanente sea una herramienta para crear contenido de valor y no para la propagación de rumores.
