Ayer en la localidad de Belén, los trabajadores de diversas carnicerías tuvieron que bajar la carne ellos mismos ya que a los camioneros de la reconocida empresa Natilla no les permiten descender del camión. El motivo es que las autoridades les colocaron una faja de seguridad. Esto ha generado gran malestar debido a que no dejan bajar a los repartidores para descargar la carne.
Según las denuncias de los lugareños, desde Defensa Civil no permiten descender a los camioneros. Por lo cual la gente, sin saber el motivo, tiene que andar descargando la carne sola. De esta manera, a la gente de Natilla no se le permite trabajar y si se llega a lastimar alguien nadie les paga nada. En consecuencia esto ha generado un nivel de improvisación extrema con respecto a la manipulación de alimentos.
Semanas atrás, el Gobierno decidió cerrar de manera “preventiva” al frigorífico debido a la existencia de casos positivos: “Al contar con una amplia red de elaboración y distribución, y al haberse detectado casos positivos de COVID 19, debemos realizar este cierre preventivo para bloquear otros posibles casos antes de que se convierta en un foco de contagio masivo”, explicaron en su momento. Finalmente, la totalidad de los empleados testeados dieron resultado negativo para coronavirus y se realizó la desinfección en la planta.
La empresa Natilla es sumamente relevante para el abastecimiento de consumo de carne ya que la faena, no sólo la realizan para la empresa, sino también para otros propietarios de animales vacunos y se distribuye en las carnicerías del Gran Catamarca y otras provincias del NOA. Por lo cual es absurdo, luego de haber realizado los testeos y aplicar el debido protocolo, que no se les permita trabajar de esta manera.
Desde Belén solicitan a las autoridades que tomen medidas urgente para que el frigorífico pueda retomar sus actividades de manera normal. Además, resulta ser un trabajo anti higiénico con la carne, ya que la gente no está preparada para poder descargarla de la manera en que lo realizan los repartidores de la empresa, lo cual no es para nada limpio. Al final, la “solución” que brinda el gobierno termina siendo peor que la enfermedad. Si tanto piensan en la seguridad sanitaria, esto claramente es una labor insalubre que no pueden permitir.