En la localidad de Icaño, donde el jefe municipal es Pío Carletta, se registró la compra de un tractor para la intendencia. El inconveniente resalta al conocer que las inversiones en el área de la salud continúan siendo insuficientes. Por su parte, al peronista Carletta lo respalda la ministra de Salud Claudia Palladino sosteniendo al sistema con dádivas y yapas. El caso que se conoció de los tractores afirma, en comparación, que la ambulancia de Icaño continúa en la precariedad absoluta.
El sistema de salud pública de Catamarca, que incluye hospitales y puestas sanitarias, ya había sido descuidado por el gobierno de la exmandataria Lucía Carpacci, quien estuvo durante dos períodos. En los ocho años en el Gobierno provincial, Carpacci no resolvió la urgencia ante la sanidad de la provincia a pesar de que llegó a ser gobernadora para salvar el sistema de salud. El sistema sanitario venía muy golpeado y su especialidad en la gestión médica no ayudó.
En este contexto, lo mismo sucedió con lo que respecta al trabajo genuino, como se lo llamó al momento, y al inconveniente prolongado del agua potable para los vecinos de diferentes puntos de la provincia. De todas estas promesas ninguna se cumplió. Por su parte, el gobernador Raúl Jalil con pocos meses en el gobierno, tampoco estaría cumpliendo con lo prometido en campaña. Todavía existen localidades que sufren demasiado la falta de solución a estas necesidades básicas, más aún en tiempo de pandemia.
Si el sistema del área de salud es endeble no existen insumos, ni médicos, pueden incorporar ambulancias pero sin embargo fallan en el mantenimiento. Es lo que ocurre en Icaño, donde a un año de la entrega de la ambulancia ya no tiene mantenimiento. Además de que las ambulancias son incómodas y no tienen cubiertas, se suma que los familiares del paciente corren con el gasto del combustible para poder realizar el traslado necesario.
Cuando Jalil asumió como primer mandatario de la Provincia reconoció sobre la inversión y lo resolvió comprando “miniambulancias” donde es difícil tratar al paciente, es demasiado incómodo para todos los que deben trasladarse. El detalle es el negocio atrás de la necesidad: las ambulancias son compradas en la empresa del grupo Jalil. La pandemia es la gran excusa para ocuparse de los temas así. El peronismo sigue con las promesas sin cumplir. ¿Qué hará Raúl el resto de su gestión?