En la tarde de hoy, un grupo de trabajadores de la Municipalidad de San Fernando del Valle de Catamarca pidió la regularización de su situación contractual. La misma requería el paso a planta permanente de alrededor de unos 4500 empleados, de los cuales perciben sueldos promedios de 8.000 a 10.000. El pedido derivó en represión con balas de gomas por parte de la Policía y en un trabajador herido por un camión de Higiene Urbana destrozándole el pie. Sin embargo, el obrero municipal fue trasladado al sanatario Junín, perteneciente a la familia del gobernador Raúl Jalil, donde desde luego le cobran los análisis y estudios, que el obrero no puede cubrir.
El insólito hecho fue denunciado por la esposa de Pablo Adauto, el obrero herido, quien contó que fue trasladado al nosocomio privado donde la Policía solicitó una serie de estudios pertinentes como el test de alcoholemia. Hasta ahí el procedimiento. Pero lo que llama poderosamente la atención o no tanto, es el trato para con Adauto que se encontraba en la calle solicitando una mejora en su situación laboral y a cambio tuvo como respuesta un pie destrozado. El agravante es aún peor cuando no cuenta con los medios económicos para hacer frente a su recuperación.
En tanto, en el sanatorio Junín le solicitaron el pago del mencionado test, y lo que corresponde a la internación, ya que figura como “particular” al no contar con obra social. Según denuncia la mujer tiene ligamentos rotos y solicitó ayuda dado a que el joven estará varios días internado a causa del grave accidente. En la misma línea la esposa de Adauto contó que ellos no cuentan con los medios económicos para cubrir los pagos que en la clínica privada le solicitan, por ende se ve obligada a solicitar el auxilio de particulares o al gremio municipal. La gobernación o la Municipalidad misma, brillan por su ausencia.
“Dicen ser peronistas”
Desde SOEM en tanto a través de sus redes sociales repudiaron este accionar. “Parece de película pero pasa acá en nuestra Catamarca en nuestra ciudad, donde un trabajador precarizado que cobra entre 8 a 10 mil pesos, por manifestarse para conseguir un trabajo digno y no ser preso de una beca miserable, sea atropellado por un camión recolector, destrozándole el pie cuando ni siquiera tienen una obra social, hoy tiene que ser humillado cobrándole los análisis el sanatorio Junín, cuando su beca no le alcanza para comer”, sentenciaron.
Por otro lado, cargaron contra Raúl Jalil y Gustavo Saadi a quienes cuestionaron su filiación peronista. “Esta es la clase política que dice ser peronista, que reprime con la policía de MARTEL ante un trabajo en conjunto con el gobernador Raúl Jalil, hoy le dejó un hermoso problema a Gustavo Saadi, pero el agravante es que estos gobernantes no tienen la cara para salir y hablar con los trabajadores que les mantiene limpia la ciudad para que ellos se saquen la fotito con los hijos o parientes, no se hacen cargo de un problema que la propia clase política lo inventó para generar mas votos cautivos”, denunciaron.