Hace unos meses, El Aconquija informó sobre la mala praxis que sufrió una joven llamada Alejandra Quiroga, oriunda de Fiambalá. Esta mujer habría sufrido un accidente de moto años atrás, lo cual devino en aproximadamente 12 cirugías en su pierna. Además de una prótesis que no habría sido esterilizada, durante una operación realizada en el Hospital San Juan Bautista. Actualmente se encuentra tirada en una cama en el Hospital Monovalente de Fiambalá.
A partir de allí comenzaron una serie de complicaciones que llevaron a un grave deterioro en dicha extremidad. Alejandra manifestó que tenía una pierna que necesitaba ser amputada, sin embargo en Catamarca le negaron la amputación, y no sólo no recibió ningún tipo de respuesta o solución por parte del servicio médico, sino que el Gobierno tampoco colaboró para mejorar la calidad de vida de esta mujer.
A pesar de que este caso tomó conocimiento público, y Alejandra recibió la gran ayuda solidaria de las familias Almendra y Ramírez, además de los doctores Celin Quintar e Iván Ruíz para poder ser tratada en la vecina provincia de La Rioja, actualmente su situación no ha mejorado demasiado. Desde El Aconquija, pudimos acceder a un nuevo testimonio de Alejandra, una de las tantas personas abandonas por el Estado de Catamarca.
“Estoy medio decaída acá, estoy encerrada. No te dejan abrir las ventanas. Desde que he venido, el médico no me vino a ver”, inicia el desgarrador testimonio de Alejandra, quien actualmente se encuentra internada en el Hospital Monovalente de Fiambalá. El relato continúa con ella diciendo que no tienen gasas ni vendas, con lo cual ella se vio en la obligación de incurrir en ese gasto. A pesar de que no tiene un ingreso ni trabajo fijo.
Alejandra continuó diciendo que, además de no tener ni ganas de comer “esto me está deprimiendo y el Dr. Ruíz me dijo que si esto me decae, las operaciones que me hizo no van a cicatrizar así que me puede venir una recaída. Pero acá qué van a entender eso, si usted vio que la Intendenta si puede ponerme más trabas, lo hace“. Lamentablemente casos como los de Alejandra no son novedad en Catamarca, mucho menos en el interior provincial, cuyo sistema de salud no sólo carece de insumos sino también de humanidad.