Impotencia y bronca es lo que sienten y perciben los usuarios de OSEP, la obra social de los empleados públicos. Como ya lo venía anticipando El Aconquija varias son las denuncias que miles de afiliados de OSEP realizan al Gobernador. Entre ellas las eternas filas para poder realizar trámites en la sede central, sin percatar la situación de pandemia por coronavirus.
La organización expone una dirección de correo electrónico para denuncias de los afiliados, pero estos rectifican que no vale de nada. El Aconquija confirmó que muchos deben asistir personalmente: “Consultar si puedo ir en su representación y esperar que en 30 días se recupere, de una artrosis deformante que padece hace años”. Esta es la historia de una de las usuarias, y así van…
La denunciante, a través de sus redes sociales expresó que “Si alguien hace una denuncia de muerte por mala praxis ¿el muerto tiene que hacer la denuncia?”. Así los empleados públicos más que ser beneficiarios siguen en la continua denuncia. “La salud no tiene precio.para los que tienen con qué ($$$) pagarla”, remarca el posteo en Facebook de la docente.
Por otro lado, resalta el mecanismo de las diferencias entre los valores de los servicios médicos. “Esperando me atienda el médico y que no me cobren plus para los estudios averiguar todo”, la paciente sostiene que el único resonador “El Junín” o sea la familia del gobernador Raúl Jalil. La obra social de los empleados públicos de Catamarca tiene de rehén a todos los trabajadores del Estado además que maneja millones de pesos que no juegan a favor de los afiliados.
Ni hablar de las situaciones claras como la de los descuentos automáticos que deberían tener los socios de este servicio de la salud. OSEP no cuenta con la cobertura y la eficiencia necesaria para sus usuarios. Los empleados públicos de Catamarca aseguran que deben pagar plus ante cualquier consulta o atención médica.