(Por Diego Nofal) Raúl Jalil transitaba una gestión tranquila, con proyectos a corto a mediano y a largo plazo. Una mañana, como a todos los gobiernos provinciales, lo sorprendió una pandemia. El mandatario pasó la primera etapa de la pandemia como muchos hubieran querido, sin un solo caso por muchos meses. Pero la calma siempre antecede al huracán. De repente dos noticias conmocionaron a los catamarqueños, hace poco más de un mes, llegó el COVID-19 y cerraron el Consejo de la Magistratura. Que ocurrió entre la apacible agenda y este tsunami de novedades, es un misterio. Nadie sabe de dónde apareció la reforma judicial, aunque hay dos teoría. Una ya se mencionó, las modificaciones fueron idea de Lucía Corpacci. La otra la esbozó un exdiputado radical.
De un día para el otro, con una leve complicidad mediática, la “necesidad” de una reforma en la Justicia. La modificación consistía en aumentar los miembros de la Corte y eliminar al Consejo de la Magistratura que debía elegirlos. A menos de dos semanas de haberse instalado, el tema llegó al parlamento local. En un trámite súper exprés se aprobó la derogación del Consejo y unos días después ya se había conformado, por decreto, una Comisión Evaluadora.
Si bien la jugada no salió del todo bien, porque la Comisión ahora no parece ser tan afín al Gobierno como se esperaba, sorprendió que se haya decidido hacer una jugada política tan arriesgada justo cuando la cuestión sanitaria se complicaba. Horacio Pernasetti, exdiputado radical y exintegrante de la Auditoría General de la Nación, tiene una teoría al respecto que llevó hasta los medios nacionales. De acuerdo con sus declaraciones, Catamarca sería una suerte de tubo de ensayo del proyecto de la reforma a nivel nacional.
“Es una lástima porque el gobernador está manejando bien el tema de la pandemia y de golpe meterse en estos problemas sin necesidad, porque la provincia está con los problemas económicos que tiene todo el país. No sabemos si al gobernador Jalil le están imponiendo esta agenda desde la Casa Rosada o es parte de la interna del kirchnerismo en esta provincia. Le están marcando la cancha al gobernador”, señaló el ex parlamentario nacional.
“En Catamarca –agregó- parecen ser buenos alumnos del kirchnerismo. Esto es un avance claro sobre la Justicia. Fijate que, en el caso de la Corte, hasta coinciden las propuestas. Son señales que nos preocupan porque la reforma judicial tiene un sentido claro de una justicia adicta al poder político”. De esta manera respaldó la idea de que en Catamarca se estarían probando metodologías que luego podrían replicarse a nivel nacional. Al oficialismo a nivel nacional no le sentaría nada bien que un órgano creado a medida, termine volviéndose en contra tal como pasó en la provincia.
“A partir de la reforma de la Constitución Nacional de 1994, la participación ciudadana en el proceso de selección de los jueces se transformó en un derecho humano básico. El kirchnerismo se dio cuenta de esto, por eso sacaron un decreto en el que plantean un reglamento de concursos. Lo que sigue es que la justicia de Catamarca reaccione ante los reclamos que presentamos en los últimos días”, dijo el exauditor de la Nación, con la esperanza que este proyecto no se replique a nivel nacional.