Ayer, el presidente del Comité Capital de la Unión Cívica Radical (UCR), Juan Díaz, enfatizó a través de su red social: “Nos están empujando hacia fuera del Partido”. Esta información hace referencia a que el radicalismo en Catamarca está sufriendo un proceso de renovación sin salida. Díaz sostiene en su publicación que “La Juventud de la Renovación Radical Popular (RRaP)” decidió no formar parte del proceso de renovación de autoridades partidarias de la Juventud Radical.
En respuesta a las preguntas de amigos y correligionarios, el presidente de la UCR sentenció que su este accionar se da en respuesta de un personalismo caprichoso y narcisista, junto a la falta de principios y valores democráticos. El joven radical detalló: “Se opusieron a nuestra integración en los delegados al comité nacional, a pesar de contar con el apoyo de siete sectores de los nueve que participaron del proceso. Incluso nadie lo pretendía y fue cuasi sorteado para designar sus representantes”.
Por otra parte, justificó que desde este espacio es desde donde vienen trabajando junto a otras jurisdicciones de todo el país, un trabajo que permitió sostener la representación opositora de Catamarca en el radicalismo nacional. “Paradójicamente, los infantiles caprichos proceden del sector que sostuvimos en la mesa nacional”, remarcó Díaz.
Además, en su exposición de Facebook explica que a la Jr RRaP se le ofreció la primera vicepresidencia del comité provincia pero al momento entendieron que aceptar ese cargo era contribuir a la grieta del Partido. Lo cierto es que el cargo era pretendido por el espacio que pidió que intercedan para destrabar un conflicto, el MIRA (Militantes Radicales Autoconvocados).
“Sin ánimos de responder a las agresiones y faltas de respeto, nos vimos en la obligación de contar el porqué hoy fuimos empujados afuera de la estructura del partido. Vamos a seguir trabajando como venimos haciendo, para un partido democrático, moderno, inclusivo y con igualdad”, remató su testimonio virtual. El radical catamarqueño pretende cambiar las mañas de aquellos “jóvenes viejos” que anteponen sus intereses y afectan la vocación militante de los miembros.