El mandatario nacional, Alberto Fernández dio un polémico discurso el lunes. Justamente las frases polémicas fueron la única materia de análisis para los politólogos oficialistas y opositores. Pero además de su intención de reformar la Justicia, de criticar a los medios de comunicación y de querellar a la gestión anterior el Presidente habló de las obras estratégicas y prioritarias para el gobierno, una de ellas es justamente el corredor bioceánico por el Paso de San Francisco.
Esta fue una gran noticia para los catamarqueños, en particular para el vicegobernador Rubén Dusso, que de un tiempo a esta parte se abocó a hacer realidad este proyecto, que es una importancia estratégica para la provincia. “El proyecto mira hacia el desarrollo regional “buscando superar el desequilibrio territorial y acabar con la concentración que existe. Se trata de hacer fuertes a los polos productivos y llevar dinamismo a todas las regiones”, señaló el titular de la Cámara alta local.
“El corredor bioceánico que tiene muchos años en nuestra historia esperando para ser concretado, es el que dará vuelta la lógica del sistema de salida de los productos de nuestra región hacia el resto del mundo, revolucionando la logística de exportaciones y la vida productiva de las provincias. Es un proyecto que cambiará la realidad de nuestra región y su gente”, señaló esperanzado .
“Estamos hablando de abrir oportunidades de mercado, crear puestos de trabajo, conectar regiones y reducir costos de transporte para volver competitivos los productos locales. La infraestructura que tiene el país hoy es para que llegue al efecto embudo del Río de La Plata y reproducir el país de los 200 años con Europa como principal consumidor”, agregó el vicegobernador de Catamarca.
“La ventaja de la utilización del Paso de San Francisco no radica solo en los tiempos acortados de traslado respecto al Atlántico para nuestras provincias, sino también en el mayor calado de los puertos trasandinos, las aguas profundas de los puertos de Atacama permiten cargas de 400,000 toneladas, mientras las aguas de Buenos Aires y Rosario permiten solo 30.000″, explicó Dusso.
“Este hecho permitirá entonces una reducción del 60% en los costos de operaciones portuarias. Además, saliendo desde Atacama (Chile), se ahorrarían 15 días en viajes ultramarinos para llegar hasta Oriente, hecho que más allá de seguir generando ahorro en el transporte resulta clave para productos como la carne”, señaló uno de los mayores impulsores de esta ambicioso proyecto que cambiaría la fisonomía norteña.
