Política

Covid-19: autoridades se echan la culpa y al final nadie autorizó ingreso a Andalgalá

El problema no fue el ingreso sino la falta de control en el ingreso.

Andalgalá

En medio de un estallido de casos de Covid-19 en Andalgalá, el fin de semana pasado ingresó una importante cantidad de personas, pero –curiosa o insólitamente- nadie autorizó. El intendente Eduardo Córdoba dice que fue la policía. Los demás integrantes del COE local aseguran que no sabían nada y al parecer los ministros tampoco quieren contradecir al jefe comunal andalgalense por orden del Gobernador para no echarle más leña al fuego. Así que, nadie fue.

La responsabilidad institucional se diluyó el mismo día que los antimineros ingresaron a la Perla del Oeste para solidarizarse con los ambientalistas que habían prendido fuego al tinglado de la empresa Agua Rica con empleados dentro. La convocatoria tradicional para las marchas es el sábado, pero el dato nuevo fue un estallido de casos de Covid-19 por lo que se requería de una decisión política que tuviera en cuenta el aspecto sanitario en los ingresos a Andalgalá.

El problema no fue el ingreso sino la falta de control en el ingreso de personas desde distintos puntos geográficos. De hecho, hubo un incidente con una mujer que fue a pedir agua caliente para tomar mate en un bar céntrico donde le reclamaron que se ponga el barbijo. La reacción fue insultar a los presentes por fijarse en este requisito sanitario para circular o estar en un lugar y no protestar contra la megaminería “extractiva y contaminante”.

Lo importante es que nadie autorizó. Es decir, las autoridades municipales y provinciales hicieron la gran Poncio Pilato. Sin embargo, el hecho de reconocer que no autorizaron formando parte del COE y sabiendo que venía gente en camino los hace responsable igual aunque digan que no tuvieron nada que ver con el ingreso de ciudadanos de otras localidades a un departamento con muchos contagios y varios muertos por Coronavirus. No pueden sacarse el lazo.

Lo ideal hubiera sido una mejor organización sanitaria considerando las muertes y la multiplicación de casos de Covid-19 en Andalgalá, que los ambientalistas tuvieran la oportunidad de solidarizarse con los compañeros incendiarios, con los controles y siguiendo el protocolo sanitario que rige en todo el país. Pero, no hubo ningún control y la protesta antiminera terminó con una fiesta, abrazados, bailando frente a la Comisaría donde estaban los detenidos.

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