Temen que el municipio de Fiambalá ejerza “violencia institucional”

El diputado Rubén Herrera presentó un proyecto en el que plantea cómo temen que el municipio de Fiambalá ejerza “violencia institucional”. Esto se basa en el conflicto que se ha desatado desde que se anunció la expropiación de las termas por parte del gobierno provincial. La iniciativa busca que se den cuenta de las tareas administrativas relacionadas con la medida.

“Las cuestiones surgidas entre el municipio de Fiambalá y los eventuales propietarios de las de 35 mil hectáreas, entre las que se encontrarían ubicadas las termas, ponen en evidencia la falta de planificación y la ausencia total de estrategias”, expresá el documento. En el texto redactado por Rubén Herrera se transmite la “profunda preocupación ante cualquier forma de violencia institucional”, en el marco de lo que está sucediendo.

En un principio el documento detalla el temor de que este accionar “pudiese conculcar los derechos de ciudadanos y vecinos de nuestra provincia”. Ante todo esto, el diputado buscá respuestas del municipio a cargo de Roxana Paulón. Por lo tanto, se exigen “todas y cada una de las aclaraciones y actos administrativos que involucran la cuestión en discusión”.

Criticas a la gestión en torno a las termas de Fiambalá

Desde diferentes sectores se ha apuntado contra la gestión en torno a las termas de Fiambalá. La Cámara de Turismo de Fiambalá  aseguró que “hay algo detrás del anuncio”. Al conocerse la noticia la polémica se desató y hasta se han iniciado gestiones judiciales. En este sentido, la diputada provincial y presidenta del Comité Capital (UCR), Juana Fernández, adelantó que avanzaría judicialmente contra Roxana Paulón. 

“Vamos a defender el patrimonio de todos los catamarqueños. Y en este caso, de todo el pueblo de Fiambalá, qué en un ensayo de ilegalidad pretenden arrebatarle al pueblo, nada más ni nada menos que las termas”, expresó Juana Fernández. A través de un comunicado, agregó que “es indudable que, por posesión, por indiscutible referente del turismo catamarqueño a nivel internacional; es un patrimonio genuino de los fiambalenses”.