Con las horas contadas por el cronograma electoral, las máximas autoridades del Frente de Todos en Catamarca, el gobernador Raúl Jalil y la diputada nacional, Lucía Corpacci, no se ponen de acuerdo para dirimir la lista de diputados. Si las negociones siguen trabadas, podrían ir dos listas a las PASOS, una jalilista y otra corpaccista. Las diferencias en el oficialismo se iban a dirimir en 2023 pero al parecer se adelantaron y se contaran las costillas en esta elección de medio tiempo.
La negociación está estancada porque Raúl Jalil tampoco atiende el teléfono dando a entender que no hay nada que negociar y que está todo cerrado. En este momento el Gobernador se encuentra en Buenos Aires donde fue a hacer algunas gestiones con funcionarios nacionales pero también mantiene reuniones políticas. El Aconquija pudo saber que tuvo también un encuentro con el gastronómico Luis Barrionuevo.
Quienes se quedaron fuera quieren repuestas porque demostraron obediencia y lealtad pero la lista de Raúl Jalil también requería de aportes del peculio personal para la campaña lo que cayó muy a los legisladores que no quieren meter la mano en el bolsillo. En este contexto aparecieron otros políticos-empresarios preguntando cuánto hay que poner para ser diputado, lo que complicó la interna oficialista.
Si Corpacci va a salvar a Raúl siendo candidata a senadora nacional quiere su gente en la lista de diputados pero, si ella toma esa relevancia electoral, el oficialismo podría ganar al mismo tiempo que se diluye el poder del Gobernador que ya demasiado tiene con no ser el presidente del PJ catamarqueño, conducción que sigue ejerciendo Lucía. Esa falta de consolidación política de Jalil lo acosa psicológicamente y por tanto en esta contienda electoral podría pasar cualquier cosa.
Sabido es que Lucía no estaba de acuerdo con algunas políticas del gobierno de Jalil pero entendía que no era momento para platear diferencias; escenario que podría haberse dado más adelante, al parecer el 2023 se adelantó. Por su parte, el Primer mandatario se encuentra en un grave dilema. Tanto ir con una propuesta propia como con una lista llena de corpaccistas le genera altos costos políticos que pueden significar el principio del fin en el Ejecutivo.
